Autor: Amy Lab
Tipo: Juvenil romántica
Sinopsis:
Álex es una estudiante de segundo de Bachillerato. Es divertida, inteligente y tiene muchos amigos. Pero su vida amorosa no está al mismo nivel. En realidad, ha sido bastante decepcionante hasta el momento, así que este año Alexia ha decidido centrarse únicamente en sus estudios. Claro que no contaba con la llegada de Oliver, su desconcertante nuevo vecino. Oliver es realmente atractivo —como su amiga Gaby se esfuerza en recordarle—, pero de una manera salvaje que inquieta a Álex. Oliver es duro y distante hasta la insolencia pero, a través de esas visitas inesperadas por la terraza de su habitación, Alexia descubrirá también a un joven tierno y pasional cuyo misterio los llevará al límite.
País dónde sucede la trama: España
Comentario:
Iba con pocas expectativas con este libro. Me conozco y bueno, sabía que no me iba a enamorar. El concepto ha estado en que al principio me exasperó bastante, y paulatinamente me fue "molestando" menos hasta que al final, hubo un par de momentos de 'apaga y vámonos'. No está mal, pero no es para mí. Y sinceramente, sé que a muchos os ha encantado, pero estoy un poco harta ya de tanto tópico y tanto personaje blanco y negro, existen los grises. THANKS.
INICIO: Ya el libro bien lo que se dice bien, no empieza. Entiendo que es un argumento lógico que una chica se termine enamorando del novio de la amiga. Esas cosas pasan. Ahora bien, que salten chispas, haya contacto, se besen, la otra amiga lo sepa… y que eso se vaya alargando y alargando, nadie diga nada. La novia no se entere de nada. El chaval vaya metiéndose cada vez en medio y ella se lo consienta… o sea, me parece muy bien que seas joven, pero no sé, es tu amiga, podrías hacer o decir algo. El otro está pretendiendo ponerle los cuernos a tu amiga CONTIGO y tú no estás haciendo nada. Que luego con el paso de las páginas y tal, medio reacciona un poco, pero más de la mitad del libro lo va "aceptando" como si nada.
Y en medio de toda esa vorágine fantástica y maravillosa, llega el vecino. Da igual. No nos han contado nada de su vida, excepto que está bueno y que tararea una canción que a la prota le suena. Y sí, seamos sinceros, esa canción va a ser SUPER importante en todo el libro. Y me encanta, que justo por la canción y verlo sin camiseta, entonces ella, de repente, sin conocerlo de nada, y sin haber pensado en él EN MESES, se pase toda una noche sin dormir super inquita e interesada por el nuevo vecino.
"—¿Tú también piensas que es mucha chica para mí?
—¡No, claro que no! Es solo que… bueno, como verás, parece que se te han adelantado —aclaré, volviendo la mirada a Oliver.
—Reconozco que él está mucho más bueno, pero chistes como los míos seguro que no cuenta.
—No —admití riendo—. De hecho, no tiene demasiado sentido del humor.
—¡Pues eso es lo principal! Te digo yo que a esa rubia se la conquista haciéndola reír y con una cena romántica en un sitio bonito. Y si no, al tiempo. Que la tengo ya ahí, ahí…"
*De lo mejor del libro, las historias de los secundarios que amenizaban un poco el argumento típico y predecible que no daba para más.
Conforme van pasando las hojas, pues los dos protagonistas se van conociendo más. Oliver, claramente, es super misterioso y su vida es super complicada, y su pasado, que si el abuelo, sus padres, un incendio... y ella siempre está ahí para él, pero él no quiere nada. Hasta que empiezan una relación, pero no es una relación, es algo que no hay que ponerle nombre. Tienen muchos problemas, tiras y afloja, y ese final de cuento feliz, en que todo queda fantástico y maravilloso.
Por una parte me alegro que terminara bien, porque con la vida que ha tenido Oliver y como es ella de dramática, solo faltaba que acabaran mal, pero realmente creo que le falta muchísima trama al libro. No deja de haber un montón de repeticiones, tópicos y escenas que están ahí, porque sí, además de secundarios monotemáticos que sólo aparecen para decir una frase o para dar pie a que suceda algo. Luego además, hay un drama exagerado que en verdad no le hace ninguna falta al libro. Y poco más. ¿Se lee bien? Sí, bueno, se lee bien porque es un libro simple, juvenil, medianamente bien escrito y no tiene complejidad ninguna. A mí entretenerme tampoco mucho, pero bueno, sé que a mucha gente parece que este tipo de libros les encantan. A mí me ha dejado igual.