1 de junio de 2015

La estrategia del pequinés

Título: La estrategia del pequinés
Autor: Alexis Ravelo
Tipo: Novela negra
Sinopsis:
El Rubio dejó de delinquir hace décadas, pero la grave enfermedad de su mujer le hace replantearse las cosas cuando Júnior, un distribuidor local de cocaína, le propone atracar al testaferro de sus jefes en Gran Canaria. Para organizar el asalto, no le costará seducir al Palmera, un parado de larga duración cuyo sueño es ab rir un bar, y a Cora, una prostituta de lujo que sospecha cercano el momento en que se esfumen sus encantos. La estrategia del pequinés es mostrarse fiero y aprovechar cualquier despiste del adversario para atacar y huir. Eso será lo que hagan los protagonistas de esta novela cuando descubran que le han pisado la cola a un tigre y se vean inmersos en una persecución frenética en la que irán dejando un rastro sangriento. Parados cincuentones, escorts venidas a menos, narcotraficantes, policías corruptos y blanqueadores de dinero pueblan esta novela negra de alto voltaje, una dura historia coral sobre perdedores en la que lo importante no es saber quién es el asesino, sino quién será el próximo en morir y, sobre todo, por qué.
Comentario:
Hay que reconocer que Alexis Ravelo tiene un tono y un carisma muy único. Sus novelas negras son muy negras, que creo que es lo que más se ha perdido en la modernidad literaria. Ahora cuesta encontrar otra vez personajes de esos chungos, mal hablados, con argumentos llenos de drogas, alcohol y sexo, con putas que joden la investigación y otras que ayudan; camellos, sitios de mala muerte y zonas jodidamente chungas, dónde el protagonista se mete y nunca sabes si va a salir.

Éste me ha gustado menos que el de La última tumba, pero me ha parecido de los mejores de novela negra que me ha tocado leer para la Yincana, siempre y cuando entendamos como novela negra ese libro que habla de trapicheos, mierdas y personajes difíciles. Nada de cuento de hadas, nada de detectives de zona alta hablando de detalles, ni de mujeres policía que te cuentan la vida de su familia y sus amoríos. Eso sí, sigo prefiriendo thrillers rollo Lehane o libros de Harris, porque claro, soy una auténtica fan de Lecter. Pero eso no quita que no sepa ver la diferencia y que no admire a maestros de la pluma novelesca como Ravelo.

En cuanto al estilo le pasa como al otro, es sencillo de leer. Éste opta por capítulos más largos, separados por números. Párrafos cortos, mucho diálogo, no demasiada descripción, una serie bastante amplia de personajes y un modo de narrar interesante, en que no hay descanso. No es tanto quién es el malo, sino qué sucede, qué va a pasar ahora y por qué. No es que sea trepidante, de esas que te tienen en vilo, al menos a mí no, pero tampoco es hiper predecible y aburrida, como me pasaba como con las de Christie. Que esas, por ejemplo, pierden el punto de la novela negra de barrio bajo, llena de perdedores y personajes difíciles, ya que aquella está llena de gente de clase alta y maravillosa. Un mundo completamente distinto. Si lo que os gusta es la novela negra de verdad, de alto voltaje y sin preámbulos, gran libro.



Esta reseña participa en la iniciativa:


Requisito a cumplir: Es un caso tráfico de drogas o infidelidades

6 comentarios:

  1. Ojalá y pudiese leer tan rápido como tu... No sé si leeré este, pero bueno, gracias por la reseña.

    PSD: En verdad, no entiendo como odias a Laura Gallego.

    Abrazos Neus.

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  2. La temática de las drogas no me va mucho, pero gracias por tu reseña
    Besos

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  3. Tengo ganas de leer a este autor y este libro es el que tengo pendiente, así que me animaré con él
    Besos

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  4. Hola Neus por ahora solo he leído los de la serie de Eladio Monroy, mañana reseño el último y me han gustado así que espero darle una oportunidad al escritor con sus otros libros. Gracias por la reseña.

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  5. Pues el libro me suena pero no creo que lo vaya a leer por ahora <3

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  6. Esta novela la tengo más que apuntada. Es de las que llamo novela negra genuina, pues las otras las considero más bien policíacas y no sé por qué se empecinan en llamarlas novela negra, cuando no lo son. Besos.

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