Jane Juega y gana

Título: Jane Juega y gana
Autor: Rachel Gibson
Tipo: Novela romántica contemporánea
Sinopsis:
La doble vida de una mujer. Un tanto desilusionada, bastante terca y cansada de acudir a citas a ciegas con hombres poco interesantes, Jane Acott parece llevar la típica existencia de mujer soltera en una gran ciudad. Sin embargo, tiene una doble vida. Durante el día es periodista deportiva, encargada de seguir a un equipo de hockey, y especialmente a su portero, Luc Martineau. Durante la noche es escritora, la creadora secreta de las escandalosas aventuras de una serie de la que todos hablan.
Comentario:
Éste libro viene a ser uno más de ‘deportista famoso en momento bueno de su carrera conoce a chica bastante normal que lo comprende, se enamoran y tras algunos problemas un tanto absurdos están juntos’. Como toda la saga Chicago Stars de la maravillosa Susan Elizabeth Phillips y Play by Play de Jaci Burton. Un argumento ya típico en este tipo de novelas, pero que no tiene ningún punto diferencial que haga que sea especialmente bueno, lo que me hace dudar de nuevo de la lista de 100 RNR.

A ver, hablando en plata. Aquí tenemos a un tío que juega al hockey que en una época de su vida tuvo un cierto traspié con las drogas y las mujeres, y entonces la prensa la tomó con él y desde ese momento no soporta a los periodistas. No se preocupa de los rumores que escriben sobre él, ni siquiera responde a ellos, simplemente pasa olímpicamente. El problema, es que la prensa forma parte de ese mundo, tanto si te gusta cómo sino, y a raíz de la prota de este libro tendrá que volver a enfrentarse a todo eso y pasar página.

“Para un hombre que se pasaba el tiempo trabando a otras personas y dándole golpes a un disco con su stick, sus caricias eran sorprendentemente suaves. Jane se sintió arrastrada por la pasión que recorría su piel, aferrándose en su pecho, y provocándole dolor entre los muslos. Se dejó caer en la lujuria que había estado intentando contener. La gran mano de Luc abarcó uno de sus pechos a través de la tela de su vestido y del abrigo, al tiempo que Jane se pegaba a su cuerpo. Rozó su pezón con el pulgar y éste creció entre sus dedos. No había más pensamiento que dejarse llevar, que hacer lo que había que hacer. Lo besó como si quisiese devorarlo. Su lengua se enroscó a la de Luc como si desease emborracharse de él”

En frente tenemos a una periodista que no sabe especialmente de deporte, pero la mandan aquí porque el que cubría ese puesto no está. Ella no quiere meterse de lleno en una relación, ni quiere interesarse, pero le importa su trabajo, y le importa la gente, así que termina no sólo involucrada con uno de los jugadores, sino que encima también se involucra con el grupo y empieza toda una historia con ellos, ayudándoles a centrarse y enfocándolo todo a ganar el campeonato y conseguir los mejores resultados posibles. Además, cómo no, de ayudar al prota a llevarse mejor con su hermana y conseguir ser tanto un hermano, como un amigo como una figura paterna, ya que sus padres murieron y sólo se tienen el uno al otro.

“–¿En una habitación de motel?
–Sí. Podemos ir en mi coche.
–No.
–¿Dónde, entonces?
Ella lo empujó, alejándolo de sí.
–En ningún sitio.
–¿Y eso por qué? Estoy caliente, y no tengo que poner la mano en tu entrepierna para saber que tú estás húmeda.
–Me estás tratando como a una groupie –dijo Jane entre dientes.
Él no había pensado nunca en ella en esos términos. ¿O sí? No, no lo había hecho.
–¿No te gusta la palabra «húmeda»? ¿Cómo lo definirías?
–De ninguna manera, y yo no follo. Yo hago el amor. Se folla con groupies.
–Cristo bendito –dijo Luc–, ¿a quién le importa eso? Una vez te pones, es lo mismo.”

Jane me ha caído muy bien, no dejaba de ser un poco como yo. Periodista, un tanto insegura, divertida, con las cosas claras, apasionada… y con ese secreto oscuro, ocultando una parte de ella misma y canalizándola de alguna manera, sacando a relucir sus deseos y fantasías y consiguiendo así además un sobresueldo (casi que me ha dado ideas). Y entiendo perfectamente los miedos que tienen ambos y los problemas, aunque el final, cuando sale todo el secretillo… lo he visto demasiado dramático. Es un libro que está bien, pero no mata. No puede competir con los mejores de Chicago Stars y de Play by Play.