Diez cosas que me gustan

Título: Diez cosas que me gustan
Autor: Julia Quinn
Tipo: Novela romántica histórica
Saga: Belvestoke#3
Sinopsis:
Es su primera temporada en Londres y la joven Annabel Winslow ya ha conseguido un pretendiente. El conde de Newbury, un anciano repugnante que solo busca heredero para su fortuna, le ha propuesto un matrimonio de conveniencia que solucionaría la penuria económica de su familia tras la muerte de su progenitor. A pesar de sus reservas hacia el noble, Annabel no ve otra salida a las difíciles circunstancias a las que se enfrentan los suyos y ya ha tomado una determinación. Hasta que el atractivo Sebastian Grey, sobrino del conde y aspirante a su título y fortuna, se cruza en su camino hacia el altar. ¿Qué hacer? ¿Seguir la lógica y los dictados de las convenciones y entregarse a una vida lúgubre e infeliz o capitular ante la desaforada pasión que ha nacido con una simple mirada y un roce casual?
Comentario:

 “—La clave para un matrimonio feliz —pontificó lord Vickers—, es mantenerse alejado de la esposa.” Si el marido eres tú, está claro que sí, porque anda que… ¡pero porque existe gente así, es que me exasperan estos comentarios tan absurdos!!!!! Eh pero que las mujeres no son mejores: “lady Vickers solía tomarse una copa y añadía: «Puedes aprender muchas cosas cuando te hayas casado. Preferiblemente, con otro caballero que no sea tu marido.»”. Olé tú, OLE. Ahí fomentando la infidelidad desde la cuna y siendo tan idiota. ¡Entonces para qué te casas! ¿Para quejarte de tu marido e irte con otro? Dejémoslo.

Una historia de una chica menor de 25, guapa y con gracia, que por problemas de familia va a casarse con un tío de más de 70, asqueroso, machista y de esos viejos verdes que te tiran para atrás, que lo único que le interesa es concebir. Por dios… si es que se te revuelve el estómago sólo de pensarlo. Ahora que, cuando las chicas lo hacen por gusto, bueno más bien, por dinero o fama, ya… es la hostia. Esta al menos lo hace por obligación.

Oh por favor… este hombre es horrible. Si supuestamente cree que “—La moral de una dama y el cuerpo de una ramera. —Lord Newbury chasqueó la lengua y jugueteó con un pezón por encima de la delicada tela del vestido—. La combinación perfecta.” Si se piensa que es algún tipo de coqueteo o de cumplido, debe hacérselo mirar. Dios, que un hombre de por sí diga eso de alguna manera seria ya es horrible, pero que te lo diga un vejestorio baboso que lo único que quiere es engendrar… es grotesco.

No me extraña que la pobre mujer le pida un beso, después del magreo de ese djsjhj cualquier cosa que te evada del mundo está bien. Y si es el libertino Sebastian Grey, que es de tu edad y es un mujeriego, pues bueno, al menos es atractivo y sabrá cómo besarte, que ya es mucho más que el otro que parecía que buscara una yegua de cría y una puta, en lugar de una mujer.

Sebastian me cae bien, creo que el nombre ya hace. Me gusta ese nombre, no sé porqué, siempre me han gustado los nombres más cortos… pero este me gusta. Con acento inglés eso sí, Sebástian, no Sebastián. O Bástian, me gusta, de siempre. No sabría decir una razón coherente para ello. Y aquí, bueno, es un caballero. Como ya he dicho otras veces, hay caballeros y capullos, y él siendo un libertino es un caballero, y jamás será como su tío.

He aquí la gracia de todo “Confía en mí. Ayudarás a la semilla a quedarse dentro y cuanto antes te quedes embarazada, antes podrás dejar de acostarte con él. Y esto, querida, es la clave para un matrimonio feliz.” Eso no es un matrimonio feliz, y nunca lo será. Eso es, me quedo embarazada, te doy un hijo, y así me dejas en paz. Es casi lo opuesto a la felicidad y por dios, jamás dejaría que nadie que me importara hiciera eso con su vida.

“—La clave para un matrimonio feliz —dijo Sebastian desde su mesa—, es casarse con una mujer espléndida.” La clave para un matrimonio feliz es querer a tu pareja como a nada en el mundo y luchar por esa relación cada día de tu vida. Respeto, confianza y buen sexo. Mucho amor, mucho sentido del humor y paciencia. Y ante todo, sinceridad. O al menos, esa es mi opinión. Aunque creo que a estos dos les irá de maravilla. Y personalmente, el libro me ha encantado... como (casi) todo lo que escribe la señora Quinn.

**SPOOILER. Aquí hay gato encerrado… a ver si la señora Gorely va a ser él (eso sería un puntazo, y le daría combo a Sebastian, que me gustaría aún más de lo que ya me gusta). SIII; LO SAABIIIAA!!! Me encanta tener razón.