El novio de reserva

Título: El novio de reserva
Autor: River Jaymes
Tipo: Novela romántico-erótica contemporánea, Homoerótica
Sinopsis:
Profesionalmente, el doctor Alec Johnson casi había alcanzado sus objetivos. Como destinatario este año de un premio humanitario junto con su ex, el doctor Tyler Hall, el trabajo de Alec con los desamparados está a punto de ser reconocido. Por desgracia, su vida personal apesta porque ahora tendrá que asistir a varios eventos junto a Tyler —y con el nuevo novio de su ex a bordo. En un intento por levantar su estado de ánimo y salir de su rutina, Alec compra una moto la cual ni siquiera tiene idea de cómo encender. Dylan Booth no tiene tiempo para el "doctor Despistado" y su voluble Harley 19641, pero el mecánico arrogante no puede decir no a su solicitud de ayuda. Después de haber pasado su adolescencia en las calles, y perder a su mejor amigo por el VIH, Dylan decide que enseñarle al benefactor es lo menos que puede hacer. Pero ver a Alec trastabillar en presencia de su ex lanza a Dylan en modo protector, y el confirmado hetero se presenta como el nuevo novio de Alec. El ex sospecha que Dylan está mintiendo. Alec afirma que el plan de Dylan es una locura. Y Dylan no está seguro de que pueda fingir ser gay. Pero él es un experto hablamierda, y las falsas demostracions en público pronto se convierten en ultra-calientes. Alec no puede permitirse el lujo de apegarse, y Dylan sabe que todo el mundo tarde o temprano se va. Por desgracia, jugar al ser el novio de reserva está empezando a sentirse demasiado real...
Comentario:
Como sabéis la homoerótica forma parte de mi lista de pendientes del mismo modo que otros muchos géneros, y suelo quejarme de que encuentro verdaderas "mierdas" que no son nada más que un argumento de pega para justificar sexo entre dos tíos. Por eso, cuando encuentro libros buenos, de los de verdad, me encanta poder compartirlos. Este es uno de esos casos.


Esta historia es realmente buena. Tenemos a Alec, un médico que es un gran tío y que es un amor. Lleva dos años con Tyler, y de repente rompen, y como que su vida feliz, futuro matrimonio y casa llena de amor se trunca, y se ve sin nada y lleno de miedo. Entonces, para darle en los morros a su ex, juega al novio de mentira con su nuevo amigo Dylan. Eh, aquí entra Dylan, un personaje del que es difícil no enamorarse. Un guaperas, con sentido de humor, harto de las etiquetas y lleno de mierda, que ha tenido una infancia y adolescencia horrible. Ellos empiezan a jugar a los novios, todo mentira, a tener sexo sin ataduras...

«Si vas, podrías darle un beso de verdad. Averiguar si esos labios son tan suaves como se ven»

Dylan hizo lo único que podía pensar. Se inclinó y lo besó. «Tú deseabas saber cómo se sentía esto»

Durante unos pocos latidos de su corazón, Dylan pensó que Alec iba a enloquecer, por lo que puso su mano libre sobre el pecho del hombre, confinándolo contra la pared. Con la esperanza de darle tiempo a Alec de recomponerse. Dispuesto a que su amigo se calmara de una puta vez. «Mantén su boca atrapada con la tuya»

El pensamiento perturbador huyó cuando Alec agarró los bordes de la chaqueta de Dylan y levantó la barbilla para meterse de lleno en el beso, empujando el momento desde mejor-de-lo-que-esperaba a supercaliente. El cambio fue completamente demasiado para procesar, por lo que Dylan cerró los ojos y apagó su cerebro.

Y qué pasa, pues lo de siempre, que resulta que la parte física no es suficiente. Y se van a vivir juntos, empiezan a hablar, a comunicarse más, a cenar juntos, contarse las cosas, salir por ahí, reírse... y mientras Alec se da completamente cuenta de que lo ama, y lo quiere sinceramente, Dylan se niega a ponerle nombre a lo que tienen y se aferra mentalmente al sexo y a la amistad. Siempre llamándolo amigo y no dejándole traspasar esa línea, una línea que cada día más termina haciendo daño a Alec y poniendo en riesgo su relación.

Y ahora mismo se sentía jodidamente demasiado lejos de lo que él tenía, que era jodidamente fabuloso, a todo lo que él quería: todo. Dylan permaneció en silencio, tan agradecido de tener a Alec de nuevo en sus brazos que apenas podía respirar.

Quería a Alec, caso cerrado. Quería a Alec sobre él, debajo de él, o de cualquier otra forma que pudiera tenerlo. Dylan se negaba a perder el tiempo retorciéndose las manos y llorando con su café de la mañana o gimiendo por eso, como un adolescente que convierte todo en un emocional evento nuclear.

Y aunque en su mente tiene las cosas claras, Dylan tiene toda una conversación y discusión a cada momento consigo mismo y sus sentimientos. Con su pasado, con Alec, con el mundo. Él no es abiertamente gay, ni siquiera piensa que realmente le gusten los hombres, simplemente le gusta Alec, pero es difícil verse a sí mismo como gay o bisexual. Su adolescencia fue una mierda, Rick, su mejor amigo -o casi más que eso- murió por SIDA y lo dejó sólo, y desde entonces huye de cualquier lazo emocional, no deja entrar a nadie en su mundo, y cuanto más aparta a Alec de él, más sufren ambos. Por lo que tiene que lidiar con sus propios fantasmas, y Alec darle margen para poder hacerlo.

Todo este tiempo había asumido que la energía sexual sin tapujos de Dylan se derivaba de su investigación de ser activo o pasivo. Nunca había considerado que Dylan podría ser incapaz de tener algo menos frenético y más personal, más íntimo. Su vida privada era tan extremadamente austera como el apartamento en donde vivía.

Dylan tuvo una adolescencia bastante jodida, y es increíble ver como sin querer va enamorándose
perdidamente de Alec, y termina teniendo una relación real con él. Sincerándose sobre sus problemas, contándole quién fue y qué hizo, e incluso dando pasos hacia adelante y superando miedos que jamás pensó que podría hacer. Y todo eso le dan un punto más a la historia, que te atrapa completamente y hace que adores muchísimo a los dos personajes y disfrutes de cada página. Y el final, en que se ponen a hablar de tener niños es malditamente perfecto. Sinceramente señores, si quieren leer un libro romántico, con buenas dosis de sexo, sobre dos tíos, ESTE es el libro. Es genial. Lo recomiendo a cualquiera, porque es ameno, sencillo, argumento básico y bien hilado, personajes geniales y es todo coherente, realista, y jodidamente bueno. Leedlo, en serio.