Autor: Jennifer Ashley
Tipo: Novela romántica histórica
Sinopsis:
Daniel Mackenzie hace honor a la reputación de su escandalosa familia. Rico, poderoso, con talento… Las mujeres le adoran porque es inteligente y peligroso, pero también generoso y guapo… Un golfo en toda la extensión de la palabra.
Cuando conoce a Violet Bastien —una de las más famosas médiums de Inglaterra— tiene dos cosas claras: mademoiselle Bastien es un fraude y se siente locamente atraído por ella.
Es posible que Violet no pueda contactar con el Otro Lado, pero tiene una habilidad especial para leer el interior de las personas que la rodean, por lo que enseguida se da cuenta de que Daniel es un hombre al que no podrá manejar.
Sin embargo, unas oscuras sombras del pasado acechan a Violet y amenazan con destruirla, obligándola a huir. Aunque no podrá deshacerse fácilmente de Daniel, quien está decidido a protegerla de todo menos de él mismo.
País dónde sucede la trama:
Comentario:
Hacía mucho tiempo que leí esta saga. Jennifer Ashley es una autora que me gusta bastante y su saga de escoceses fue de las primeras que leí del género, por lo que la recuerdo con mucho cariño. Me gusta mucho como escribe y el tipo de personajes que crea, interesantes y alejados de los típicos dramatismos y los tópicos de malote/inocente. Es verdad que en novelas así muchas veces ya has leído lo que te cuentan, pero hay que buscar si esta historia te llena o no. Al contrario que con las anteriores de la saga -
"Lento, suave y cálido. Un leve beso que nada tenía que ver con el arrebatado deseo del que hizo gala en el comedor de Londres. Aunque tampoco se parecía al sensual beso que le había dado cuando compartieron el cigarro en la habitación del piso superior.
Este beso fue cuidadoso y tierno. Daniel deslizó los labios sobre los suyos, rozándolos y tocándolos brevemente; un diminuto contacto que la calentó más que el quemador que elevaba la temperatura del aire para que siguieran suspendidos en el cielo.
Él cerró la boca sobre su labio inferior y lo chupó con delicadeza. El dolor fue apenas perceptible, pero muy erótico.
El tiempo se detuvo poco a poco. Solo existían los brazos de Daniel, sus labios jugando con los de ella, el roce de su lengua dentro de su boca. Luego percibió el sabor de ese hombre, salvaje e intoxicante, como el mejor vino."
A veces hay que ir sin expectativas porque sino uno se lleva chascos. Lo malo en una saga es cuando te la alargan y al final los últimos no tienen nada que ver con los primeros. Aquí es que no he reconocido esa magia de Ian y sus hermanos, me ha dejado bastante fría. Está bien escrito y te entretiene un rato, pero este libro no me apetecería tenerlo en papel y releerlo de vez en cuando. Hay historias mucho más interesantes y cercanas. Me esperaba más.