Autor: Lavyrle Spencer
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Sinopsis:
Emily Walcott es una jovencita voluntariosa y temperamental, así como una hija obediente y dispuesta a acatar el futuro que sus padres han decidido para ella. Su vida en Sheridan transcurre plácidamente entre la herrería de su padre y los libros de veterinaria, carrera a la que dedica toda su pasión. Charles, amigo de la infancia y futuro esposo, no parece despertar en ella más que un sentimiento de afecto fraternal.
Tom Jeffcoat, un joven emprendedor y apuesto, llega a la población con el fin de instalar una herrería, convirtiéndose así en competidor del señor Walcott. Su sola presencia provoca en Emily verdadero fastidio.
Ambos librarán una feroz batalla en la que el rechazo acabará dando lugar a una pasión desenfrenada que les arrojará a un abismo insondable. Tan insondable como sus propios sentimientos.
La sociedad victoriana de finales del siglo pasado, con sus debilidades y defectos, es el escenario que la autora elige para sus personajes, describiendo la vida de la época en un pueblo del pujante oeste norteamericano.
Comentario:
En los primeros compases de la novela, en esos capítulos introductorios, no hace falta ser un lince para ver que Emily no es precisamente una chica típica, femenina y amigable. Ha tenido una infancia dura, su madre se ha pasado los últimos años enferma y ella ha tenido que hacerse cargo de su casa y seguir ayudando en el establo. Los caballos son su vida, pero también su refugio. Y aquí, en medio de todo el lío, está Charles, ese conocido que quiere casarse con ella desde siempre y a quien debe querer, porque es seguro y buena persona. Pero no hay chispa ninguna, nada. Y personalmente era desesperante leer las escenas entre ambos, completamente planas, alejadas de todo lo que un romance debería ser... y te daban ganas de darle un porrazo a la prota y decirle: ¡abre los ojos mujer! ¡Toma decisiones, vive tu vida! Pero claro, es que si no la novela no tendría gracia.
Y claro, conforme van pasando las páginas, va quedando claro que el arrogante y pretencioso nuevo, que es un personaje que la prota no soporta, resulta que es mucho más caballero de lo que pensaba. Y en cambio, que el caballero que supuestamente era su prometido, resulta que tiene bastantes cosas que lo dejan en peor lugar.
Ahora que para caerme mal, la protagonista. Tan idiota que te saca de quicio una página sí y otra también. No se da cuenta de nada, lo enreda todo, se cree la más lista del lugar y capacitada para juzgar a todo el mundo sin darles la oportunidad de explicarse. Se está destrozando la vida con "el marido perfecto", le miente y niega sus sentimientos con Thomas, y encima, se pone toda energúmena con su padre sin saber nada de lo que pasa.
Me sacan bastante de quicio estos libros en que las cosas se resuelven con una conversación y un elemento trágico que le da a los personajes el valor de darse cuenta de lo que realmente importa. Es eso de 'no sabes lo que tienes, hasta que lo pierdes' y es algo que me da mucha rabia. Creo que la gente merecemos que nos quieran y nos valoren siempre, y no solo cuando están a punto de perdernos o cuando los pones entre la espada y la pared. Encuentro que en líneas generales es un libro muy simple, predecible y soso. Se lee bien, pero las dos historias argumentales son muy parecidas y tópicas. No tiene nada que lo convierta en una novela romántica que valga la pena leer, es una de tantas y poco más.