Un año y un día

Título: Un año y un día
Autor: Virginia Henley
Tipo: Novela romántico histórica / Escoceses
Sinopsis:
El ejército de Eduardo Plantagenet invade Escocia. Lynx de Warenne recibe del rey la orden de custodiar la seguridad del castillo de Dumfries, situado en las tierras fronterizas de fundamental importancia.
Lynx es un viudo de treinta y un años y lo que más desea es un hijo que alegre su vida, prolongue su apellido y conserve las tierras que son propiedad de la familia. Y, sin embargo, es un hombre que teme al amor y vive acosado por la sospecha de ser estéril.
Cuando Jock, mayordomo del castillo, se entera de que Lynx desea ser padre, le sugiere un matrimonio de prueba, una costumbre escocesa que permite a un hombre y a una mujer vivir juntos durante un año y un día y, al término de ese período, decidir si se casan o se separan. Si de esa unión resulta un hijo, este hijo es considerado legítimo aun cuando no se produjera el matrimonio.
Jock ofrece a Lynx su hija menor, Jane, y el noble acepta el matrimonio de prueba sin importarle que sea una plebeya que siente terror pro él y que hace denodados esfuerzos por ocultar sus atractivos.
Comentario:
Este libro llegó a mi estantería por el reto de la novela romántica de RNR y creo que si no hubiera sido por eso, muy probablemente jamás lo hubiera leído. No está mal, hay escoceses, el propio Robert de Bruce, William Wallace y una gran historia, pero es un tanto insípida y además la autora no es una de mis conocidas.

En pocas palabras, tenemos delante un libro en que una chica se casa con un noble inglés por contrato de un año y un día, lo que viene siendo los matrimonios estos temporales de la época. Entonces, ella se queda embarazada, y en el acuerdo quedaba claro que si eso sucedía ellos se casarían de verdad. Lo que ocurre es que Jane no quiere que Lynx, su lince, se case con ella por obligación, ni por el niño, sino que ahora que se ha enamorado del noble inglés lo único que quiere es que él también la ame.

“-Señor, estás coqueteando conmigo.
Lynx se echó a reír.
-Eso está permitido -respondió, también en un murmullo, y rozó sus labios con los de ella.
Descubrió que no le bastaba con un roce. Miró esos labios suaves y ansió más besos. Posó su boca en la de ella con penetrante ternura; luego, sus brazos fuertes ciñeron su cuerpo y ella se apretó contra él. Lynx le separó los labios con la punta de la lengua y la introdujo con lentas e insistentes embestidas.”

Lynx es el típico hombre un tanto idiota que tiene una posición y quiere una mujer que le de herederos y poco más. Por eso no le da demasiada importancia a Jane, a estar con ella, a cuidarla o a hacerla feliz, no es otra más que sus posesiones como hombre de rango con dinero. Sólo con el paso de los días se da cuenta de que quiere más, que no es suficiente tener una mujer de nombre, que no puede solo verla como la madre de sus hijos, que quiere tocarla… y ella lo pone a prueba negándole el matrimonio, lo que termina de desquiciarlo. Todo empieza a tener sentido cuando él cae enfermo y Jane lo cuida, cada día, cada hora, siendo su sombra, por lo que termina aceptando sus sentimientos hacia ella y viéndola con otros ojos.

Se lee muy fácilmente, además es una historia bastante breve. Si bien he de reconocer que me ha gustado más la historia de Jory con Robert, con toda esa pasión, la manera en que se aman, en que se ríen, sus encuentros fugaces y maravillosos… y bueno, he sufrido mucho con su final, porque Jory merecía mucho más y Robert debería haberle plantado cara y luchar por ella, pero no se puede ir contra la historia. Bastante bien, no es excepcional pero es un buen libro.