Título: Princesa furtiva
Autor: Anne Gracie
Tipo: Novela romántica histórica
Sinopsis:
El hijo más joven del conde Renfrew, Gabriel, es un aguerrido soldado que, tras regresar de las campañas militares en las que ha estado los últimos ocho años, trata de ahogar su desazón y aburrimiento como puede. Una noche, mientras cabalga a toda velocidad por el filo de un acantilado, tropieza con una bella mujer varada bajo una tormenta que necesita su ayuda. Una joven en apuros es exactamente el aliciente que Gabe buscaba para volver a sentirse vivo.
Comentario:
Este libro es un poco lo de siempre. Una chica que pertenece a la nobleza inglesa que se casa con un príncipe de un país imaginario en Europa y vuelve a su país natal después de que intenten matar a su hijo y a ella, con su marido muerto y el hermano de éste buscándola y queriendo quitarla del medio para heredar el trono. Es un argumento bastante frecuente en este tipo de libros y no es nada del otro mundo, pero al menos está bien contado y reconozco que el protagonista, Gabe, me ha gustado mucho, y que los secundarios, especialmente la profesora y el amigo, me han encantado.
“—¡Sí que le echo la culpa a usted, sí! Porque ha sido culpa suya. Si no se lo hubiera llevado...
—Sí, sí, mea culpa. ¿Sabe que tengo la solución perfecta para hacer que se calme? —le dijo Gabe.
—¿Ah, sí? ¿Y cuál es?
—Esto.
En un abrir y cerrar de ojos, Gabe dio un paso hacia adelante... Callie se hallaba tan cerca de él, que los senos se pegaron a su pecho.
Callie dio un grito ahogado. La boca más deseable del mundo se abrió ligeramente en un gesto de sorpresa... y entonces Gabe hizo lo que llevaba planeando hacer desde la primera vez que la había visto. La besó.”
Gabe es de esos hombres tan seguros de sí mismo que te caen bien aunque estés enfadada y quieras lanzarles algo. Con cierta arrogancia, esa sonrisa pícara y la capacidad de entenderlo todo y ponerlo todo en orden en cualquier momento. Hasta cierto punto dominante, pero tranquilo, cariñoso, con sentido del humor… un galán de esos que no te puedes resistir ni aunque lo intentes.
Durante todo el libro es así, siempre tentándola, sacándola de quicio. Mirándola con una sonrisa, haciendo comentarios… pero también es cariñoso, a veces es tierno y paciente, es un papá con el pequeño, es un buen hombre, respetable y cercano. Es de los que lo tienen todo y sabes que sólo existen en los libros. Pero bueno, los hombres que se parecen, aunque no sean iguales, son de los que quitan el hipo.
“—Pero, señor Delaney, ¿qué puedo enseñarle yo a usted?
Ethan inspiró hondo.
—Los libros —dijo con voz ronca. Bueno, ya había salido.
— ¿Libros? ¿Qué libros?
—Cualquier libro. Todos.
—No comprendo.
Ethan se irguió como si se enfrentara a un pelotón de fusilamiento y dijo:
—No sé leer, señorita Tibby. Ni escribir.
Ella no dijo ni una palabra. Al cabo de un momento él la miró. Sus ojos castaños estaban muy abiertos y lo miraban con firmeza a la cara.
—Señor Delaney —dijo Tibby en voz baja—, para mí será un honor enseñarle a leer y a escribir.•”
Y esta cita es de los secundarios que he comentado. Tibby y Delaney, un par que tiene todo el derecho a enamorarse pero que aquí se queda así, como amigos con cierta confianza pero sin más. Espero que tengan libro propio, pienso leerlo. Está bien, interesante, recomendada.