Autor: Elizabeth Mcneill
Tipo: Novela erótica
Sinopsis:
Un domingo de mayo, dos personas se conocen por casualidad en una feria callejera de Nueva York y comienzan una relación que pronto deriva en una experiencia sadomasoquista de insólita intensidad. La protagonista lo acepta primero con sorpresa y después con auténtica fruición, y se embarca en ritos y experiencias que la marcarán para siempre. Una novela sobre el amor y el sexo vividos hasta las últimas consecuencias.
Comentario:
Antes de empezar con el comentario sobre el libro, debo decir que llevaba mucho tiempo con esta novela en pendientes, y ahora que la he leído sólo puedo decir: ha sido una gran decepción. No entiendo cómo esto puede ser el summum de la novela erótica, de verdad que no logro comprenderlo.
La novela empieza así:
"La primera vez en que nos acostamos me sujetó las manos por encima de la cabeza. Me gustó. El me gustaba. Era hosco, en una forma que se me antojaba romántica; era gracioso, brillante, tenía una conversación interesante; y me daba placer."
Me ha pasado con este libro como me pasó con la bilogía de Sophie Morgan. He sentido rabia y pena todo el libro, y me he estado preguntando mil cosas sin conocer la respuesta. Si alguna vez os han dicho que este libro es erótico o habla de la pasión o del erotismo humano: mienten. Este libro es la historia corta de una pareja a la que le va la dominación seria, muy seria. Yo siempre pensé que este libro -
Para mí ha sido duro y denigrante leer como la protagonista te cuenta que al llegar a casa debe desnudarse, meterse en la bañera y quedarse ahí atada hasta que él lo considera oportuno. Luego la desata, la seca, y le da la ropa que considera oportuna. Entonces la hace gatear por la casa hasta la mesa o el sofá, y la ata ahí. Y se sienta en el sofá con su plato de comida, y le da de comer a ella con su mismo tenedor, mientras le pega, le dice lo que quiere o ella le hace una mamada. Así tal cual. A veces incluso "juegan" a ver cuanto tiempo tarda él en dejar de comer mientras ella se la chupa. *Entiendo que el libro no sea romántico, de verdad, y encuentro que ese juego como algo particular de un día puede ser emocionante o caliente... pero como modo de vida, es denigrante. Ella ni siquiera puede caminar libremente por su piso, es algo así como su mascota. Sólo puede hacer lo que él quiera, cuando él quiera.
Ahora bien, eso es duro, pero cuando empieza a narrar como le pega, como la azota con la fusta, como le marca la piel y disfruta con ello... realmente lo pasas mal. Ahora que no se queda ahí, le hace hacer lo que quiere y si alguna vez se niega, no hay palabra de seguridad ni límites, simplemente él la amenaza con dejarla, ya que no está dispuesto a transigir. En dos o tres ocasiones él la amenaza con irse y se enfada, nada bonito ni remarcable, y ella termina cediendo, una vez más. Me pareció una mujer tratada como un trapo. No vi ningún tipo de respeto, ni relación real, no confianza entre ambos... él me puso enferma.
El final, en el momento en que los golpes son tan fuertes que la hace sangrar... creo que me dolió hasta a mí. Llega un punto en que llegué al mismo pensamiento que con Sophie Morgan y su sumisa. Esto para mí no es algo sensual, ni erótico, ni pasional... es leer como un tio no tiene nada mejor que hacer que tratar a su pareja como un perro, pedirle obediencia absoluta, pegarle, zurrarle, "usar cualquiera de sus agujeros" y luego, estar como si nada. Y encima, lo peor, es que hay un capítulo en que ella dice que se siente mal, porque él se lo daba todo y ella no le daba nada. Encima rollo mujer maltratada, de me pega porque me lo merezco. Pues así. Ella no se siente denigrada por estar atada a la pata de una mesa y no tener derecho a sentarse a cenar como cualquiera, sino que se siente cuidada porque él se preocupa de sus necesidades. Es demencial.
Sinceramente, a mí me da qué pensar que los clásicos del erotismo que llenan todas esas listas de "las mejores novelas eróticas" sean Historia de O, El Marqués de Sade y esto. Porque los tres son libros duros sobre dominación extrema, con un papel de la mujer que es similar al de un perro o un trapo... y si eso es lo que tenemos que entender como "erotismo" apaga y vámonos.
¿Acaso no hay novelas,