Director: Renny Harlin
Año: 1999
Tipo: Terror. Acción. Ciencia ficción | Animales. Tiburones
Sinopsis:
Utilizando tiburones Mako, una de las máquinas de matar más rápidas y perfectas de la naturaleza, la doctora McAlester (Saffron Burrows) espera encontrar la clave de la regeneración de los tejidos del cerebro humano. Pero para alcanzar su meta ha violado los códigos éticos, modificando el ADN de los tiburones, haciendo que sean más inteligentes y más rápidos, convirtiéndolos en monstruos depredadores que pondrán en peligro a todo el equipo de trabajo. (FILMAFFINITY)
Comentario:
Creo que habré visto esta película lo mínimo… 10 veces. Siempre me han encantado los tiburones, y con ellos tengo algo así como un amor pasional unido al respeto por un depredador letal. En el fondo me encantan, como las arañas, entiendo que no son animales de compañía y que son peligrosos, pero me parecen fascinantes. Esta película además tiene un punto muy interesante al hablar de la experimentación genética con animales para crear vacunas y fármacos para enfermedades humanas, en este caso el alzheimer, y cómo hay que tener mucho cuidado con lo que se hace para no crear consecuencias nocivas.
La verdad es que el inicio es una pasada. Te empiezan a contar lo de los tiburones, el hombre que los conoce que nada con ellos y no lo atacan, la pesada de la bióloga que es una flipi que quiere salvar a su padre. Luego está la prueba de las neuronas… y cuando todo está genial, ataca la hembra. Empiezan a caer uno a uno, matándolos poco a poco, y la verdad es que adoro al cocinero negrito, me encanta. Primero al pobre que le arranca la mano y luego lo coge de la camilla y lo estampa contra el vidrio liándola. Después cuando la hija puta se come a Samuel L Jackson mientras está dando un pedazo de discurso sobre sobrevivir es un puntazo, ¡qué yuyu da por dios! Y luego con la rubia en el conducto redondo, que no sólo se la come, sino que la enseña… joder, es cruel. Y claro.. después de eso, entre el horno y la explosión del negrito; y la chica con la electricidad sólo queda la hembra grande, que es la más lista, y a la que va a costar más matar, eso seguro.
El final es una pasada, y la bióloga realmente merece morir… yendo tan de guay con voy a salvar al mundo porque aunque sea un animal inteligente, es un animal. De verdad que llegué a odiarla, es un personaje que no me gusta nada, pero eso sí, creo que la última escena con los trozacos de tiburón por todo el lado y la super mega explosión de sangre no hacía tanta falta.
Creo que es una película que vale la pena ver, porque no es tanto un filme sobre el instinto asesino de los tiburones, sino más bien cómo el ser humano crea monstruos basándose en el avance científico y no se da cuenta de lo que está haciendo hasta que es demasiado tarde. El tiburón en sí no es peligroso ni cruel, es el hecho de alterar su cerebro genéticamente lo que provoca que esa hembra acabe comportándose así. A mí me encanta :) La recomiendo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario