Mucho ruido y pocas nueces

Título: Mucho ruido y pocas nueces
Autor: William Shakespeare
Tipo: Clásicos
Sinopsis:
Mucho ruido y pocas nueces es una obra teatral en forma de comedia romántica escrita por William Shakespeare, no se sabe con certeza la fecha de edición pero fue antes del año 1600, porque la primera puesta en escena aparece impresa en 1599.
Hace una divertida incursión en la festiva sociedad de Messina, donde la ceremoniosidad irritada y el remilgo cortesano darán paso a la expresión abierta y sincera del amor. Todos sus personajes están relacionados.
El deseo de la llegada del príncipe don Pedro de Aragón, quien después de una dura batalla ha derrotado al enemigo, decide pasar por la casa de su amigo Leonato. En la hacienda todo es una gran fiesta pero lo que no se imaginan que el traidor del hermano bastardo del príncipe, Don Juan, va a intentar deshonrar la hija de su anfitrión, poniendo en duda su inocencia. En las escenas aparecen varios tipos de grados sociales y entre todos los protagonistas hacen una lucha por no contagiarse del verdadero amor.
País dónde sucede la trama: Italia

Comentario:
Como obra de Shakespeare que es le tenía muchas ganas e iba un poco con pies de plomo, puesto que las comedias que había leído de él me habían dejado un tanto a medias. Pero realmente me ha gustado muchísimo: el tono, el humor, los personajes, el sitio, el argumento... se ha ganado un huequito en mi corazón y no puedo hacer otra cosa que recomendaros que la leáis pero ya! Y aún más, que la veais. Y si no podéis en teatro, os recomiendo la adaptación cinematográfica que hicieron los ingleses en 1993 con Emma Thompson, Denzel Washington y Keanu Reeves entre otros, porque es una joya.

Benedicto como personaje me parece maravilloso. Tiene un sentido del humor agresivo pero divertido, y esa aversión malsana contra el matrimonio y las mujeres, y sobre todo contra Beatriz, hacen que sepas que al final terminarán bien juntos y enamorados. Y el bueno de Claudio y Hero son una monada, igual que el protagonista: Pedro. Como buena obra de teatro clásica, en pleno siglo de Oro, no deja de ser una obra de enredos, calumnias, juegos de poder, mentiras, momentos trágicos y un bonito final feliz. ¿Qué la hace especial? El tono que le da el autor durante toda la obra, los chistes, la gracia de los personajes, el modo de relacionarlo todo... no sé, lo reconozco, me ha gustado mucho, es una obra muy bonita. 

El único pero que tiene es sus límites como obra teatral, ya que pierde mucha gracia el no ver el contexto, los trajes, el paisaje... por lo que gana muchísimo cuando está puesta en escena. Aquí, al contrario que en otras comedias del autor, sí he encontrado a ese Shakespeare que me enamoró en sus dramas, por lo que no puedo hacer otra cosa que invitaros a leerlo ya que es cortito y entretenido. ¿Os animáis con Shakespeare?