Acuerdos privados

Título: Acuerdos privados
Autor: Sherry Thomas
Tipo: Novela romántico histórica
Sinopsis:
Durante diez años Candem y Gigi, lord y lady Tremaine, han disfrutado del más perfecto de los matrimonios, basado en la cortesía, el respeto y... la distancia.
Un secreto, una traición y un océano les separan desde el día siguiente de su enlace. Gigi vive en la hermosa mansión londinense de la pareja, mientras que Candem se ha establecido en Nueva York. Ninguno se inmiscuye en la vida del otro. Es un arreglo que no podría resultar más ideal y civilizado a los ojos de la alta sociedad victoriana, aunque nadie sepa qué pudo ocurrir para acabar con el apasionado amor que había existido entre ellos.
Ahora las cosas van a cambiar. Gigi es una mujer inteligente, sofisticada, rica y muy dueña de sí misma. Ha decidido aferrarse a su última oportunidad para ser feliz y aceptar la propuesta de matrimonio de su pretendiente, lord Frederick, un joven pintor. Por ello escribe a su marido enviándole los papeles del divorcio. Pero, en vez de devolvérselos firmados, Candem se presenta un día ante la puerta de la mansión londinense para proponerle un trato: él le concederá el divorcio —después de todo, ya no se aman, ¿cierto?—, pero antes Gigi debe darle un hijo, un heredero. Si ella no acepta, él no accederá al divorcio. Y Gigi acepta, pero imponiéndole el plazo de un año. Un año en el que se agolpan los recuerdos de la pasión que una vez les unió y el desengaño que les apartó, un año en el que se desvelan secretos largamente guardados, un año en el que el deseo surge de nuevo aun en contra de los sentimientos, y un año en el que ambos deberán decidir si la pareja más admirada de todo Londres quiere volver a enamorarse... o separarse para siempre.
Comentario:
“Solo un tipo de matrimonio ha llevado el sello de aprobación de la alta sociedad. Los matrimonios felices eran considerados vulgares, ya que la dicha conyugal raramente duraba más que un pudin bien cocido. Los matrimonios desdichados eran, por supuesto, más vulgares si cabe, a la par que el artefacto especial de la señora Jeffries, con el que azotaba cuarenta traseros al mismo tiempo; algo de lo que era mejor no hablar, porque la mitad de la flor y nata de la sociedad los había experimentado de primera mano.
No, la única clase de matrimonio que sobrevivía a las vicisitudes de la vida era un matrimonio civilizado. Y la mayoría reconocía que lord y lady Tremaine tenían el matrimonio más civilizado de todos.”

La verdad es que da pena sólo leer esas primeras letras. El único matrimonio que puede durar, ir bien y al que le importe un comino la “aprobación de la alta sociedad” es un matrimonio por amor, que responda a algo más que deseo, dinero, título o conveniencia de ningún tipo. Algo que escape a la razón y que luche contra el tiempo.

No terminan de gustarme las novelas que empiezan en una fecha de repente van hacia atrás en flashbacks en capítulos alternos, para darte las respuestas a las preguntas que te haces sobre lo que va pasando en ese momento. No lo veo justificado en un libro como éste, y creo que hubiera quedado mucho mejor un libro cronológico, o si no, que los personajes simplemente recordaran partes que estén vinculadas al momento o a lo que están pensando, sin tener que recurrir a capítulos enteros del pasado entremezclados con capítulos del futuro. Que tampoco es que lie, pero no me gusta, qué le voy a hacer.

Ah, así que todo viene de una mentira que él no ha perdonado, de hacerle pagar a ella que lo engañó con la carta del ruso para que no se casara con la holandesa. Sinceramente, no estoy de acuerdo con las mentiras, pero si no has tardado ni dos días en pedirle matrimonio a ella al saber que la otra se había casado, sintiéndote la mar de feliz y libre por poder estar con la mujer a la que quieres besar, ver reír y con la que conversar horas, yo creo que ha sido más algo bueno que malo esa mentira, porque en el fondo ha demostrado lo que tú realmente deseabas, y nunca habrías sido feliz con la holandesa. Y supongo, que eso, es lo que hace que estés tan molesto y enfadado con ella, que esa traición realmente te hizo ir contra tu promesa y tu honor, pero te demostró lo que deseabas realmente, y la odias y castigas por desearla, y porque en el fondo os queréis y hacéis lo posible por negarlo.

Ahora que ella, ahora obcecándose a casarse con un hombre que sabe que no la hará feliz, cuando sabe que está realmente enamorada de su marido, es absurdo. Entiendo que por una parte crea que ya no hay esperanza, por otra que quiera de alguna manera vengarse, y además que crea que Frederik es mejor marido que el suyo, que tiene un montón de virtudes y que es un buen hombre, pero el amor no es eso. Nunca sirve que sea un buen hombre, sirve que sea tu hombre, que te haga sentir, volar y rabiar, que te haga sentir vida, sea o no sea un buen hombre para el resto del mundo, vale que lo sea para ti.

El final es muy bonito y todo lo que quieras, pero puff, es una vida de dolor durante diez años por algo muy absurdo. Cuando realmente amas a alguien, no sé como el orgullo o la venganza pueden hacer que pases diez años de tu vida alejado de esa persona, sin hacer nada, sin decir nada, huyendo de tus sentimientos y de la vida, por algo que realmente fue una tontería, porque Theodora realmente se terminó casando con otro, y ellos realmente se querían, más de lo que nunca podrían querer a alguien. Y aunque termina bien, y es coherente, he sufrido durante la lectura y esto se aleja bastante de mi ideal romántico, por eso, aunque es un muy buen libro y está bien escrito, no tiene la máxima nota.