El profesor Quirrell, con su absurdo turbante, conversaba con un profesor de grasiento pelo negro, nariz ganchuda y piel cetrina.
[...]
- ¿Quién es el que está hablando con el profesor Quirrell? -preguntó a Percy.
- Oh, ¿ya conocías a Quirrell, entonces? No es raro que parezca tan nervioso, ése es el profesor Snape. Su materia es Pociones, pero no le gusta... Todo el mundo sabe que quiere el puesto de Quirrell. Snape sabe muchísimosobre las Artes Oscuras.
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Snape, como Flitwick, comenzó la clase pasando lista y, como Flitwick, se detuvo ante el nombre de Harry.
- Ah, sí -murmuró-. Harry Potter. Nuestra nueva... celebridad.
(Snape en su primera clase con los de primero)
- Vosotros estáis aquí para aprender la sutil ciencia y el arte exacto de hacer pociones -comenzó. Hablaba casi en n susurro, pero se le entendía todo. Como la profesora McGonagall, Snape tenía el don de amntener a la clase en silencio, sin ningún esfuerzo-. Aquí habrá muy poco de estípidos movimientos de varita y muchos de vosotros dudaréis que esto sea magia. No espero que lleguéis a entender la belleza de un caldero hirviendo suavemente, con sus vapores relucientes, el delicado poder de los líquidos que se deslizan a través de las venas humanas, hechizando la mente, engañando los sentidos... Puedo enseñaros cómo embotellar la fama, preparar la gloria, hasta detener a la propia muerte... si sois algo más que los alcornoques a los que habitualmente tengo que enseñar.
- ¡Potter! -dijo de pronto Snape-. ¿Qué obtendré si añado polvo de raíces de asfódelo a una infusión de ajenjo?
¿Raíz en polvo de qué a una infusión de qué? Harry miró de reojo a Ron, que parecía tan desconcertado como él. La mano de Hermione se agitaba en el aire.
- No lo sé, señor -contestó Harry-.
Los labios de Snape se curvaron en un gesto burlón.
- Bah, bah... es evidente que la fama no lo es todo.
No hizo caso de la mano de Hermione.
- Vamos a intentarlo de nuevo, Potter. ¿dónde buscarías si te digo que me encuentres un bezoar?
Hermione agitaba la mano tan alta en el aire que no necesitaba levantarse del asiento para que la vieran, pero Harry no tenía la menor idea de lo que era un bezoar.
- No lo sé, señor.
- Parece que no has abierto ni un libro antes de venir. ¿No es así, Potter?
- ¿Cuál es la diferencia, Potter, entre acónito y luparia?
Ante eso, Hermione se puso de pie, con el brazo extendido hacia el techo de la mazmorra.
- No lo sé -dijo Harry con calma-. Pero creo que Hermione lo sabe. ¿Por qué no le pregunta a ella?
Unos pocos rieron. Harry captó la mirada de Seamus, que le guiñó un ojo. Snape, sin embargo, no estaba complacido.
- Siéntate -gritó a Hermione-. Para tu información, Potter, asfódelo y ajenjo producen una poción para dormir tan poderosa que es conocida como Filtro de Muertos en Vida. Un bezoar es una piedra sacada del estómago de una cabra y sirve para salvarte de la mayor parte de los venenos. En lo que se refiere a acónito y luparia, es la misma planta. Bueno, ¿por qué no lo estáis apuntando todo?
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