La fiera de las Highlands

Título: La fiera de las Highlands
Autor: Mary Wine
Tipo: Novela romántica histórica, Escoceses
Saga: Highlander #2
Sinopsis:
En las agrestes y duras Tierras Altas de Escocia, los tiempos turbulentos dan lugar a guerreros y mujeres que luchan por su país y por su gente y que aman con la misma pasión con la que viven sus vidas. Connor Lindsay, un hijo ilegítimo elegido laird después de que el clan Douglas, que está en el poder, masacrara a su familia, está rodeado de hombres que desafían su derecho al liderazgo.
Buscando una esposa virtuosa para cimentar su posición con un heredero, secuestra a la vivaz hija de otro laird. Para mantener a su fiera escocesa en su cama, Connor tendrá que luchar con los Douglas, la Iglesia y, sobre todo, con la propia Brina.
"Ella tiene un espíritu que no puede ser domado...”
Brina Chattan siempre ha desafiado las convenciones y no ve ninguna razón para ser dócil, ahora que ha sido raptada por un poderoso laird y llevada a su castillo en las montañas. Cuando las circunstancias casi los separan, Connor descubre que una mujer indomable es todo que necesita...
Comentario:
*Sí, es cierto, por equivocación me he leído el segundo antes que el primero, pero bueno, como estas sagas son individuales... no pasa na.
Bueno, una vez más aquí con señores de faldas. Tenía un poco de miedo con este libro y esta autora, porque últimamente me he llevado más de un chasco con los escoceses. Pero aquí debo decir que ha sido una buena lectura. Sin ser maravillosa, tiene los aspectos que hacen que estos libros sean tan geniales: humor, coherencia, maromo con faldas, fuerte pero cariñoso y atento, un padre difícil, un argumento interesante, y mucha pasión. ¿Qué más se le puede pedir?

Tenemos aquí a unas hermanas que han tenido una vida muy diversa. La mayor tenía que casarse con el laird de otro clan, pero sucumbió a los placeres con otro hombre que la desfloró y la dejó –lo que significa un gran agravio- la hermana mediana que tiene real vocación, y la pequeña que aunque la quieren meter a monja no tiene un ápice en sus venas de vocación ni nada parecido.

“—Parece que no estamos progresando mucho con las palabras, muchacha. Tal vez deberíamos intentar un poco de acción. —Un beso se posó en su cuello, sus labios presionaron suavemente el mismo lugar en el que había sentido su cálida respiración. Ella se sobresaltó, intentando apartarse—. Ah… ¿así que no eres tan impasible, verdad, Brina? Lo único que te espera en la abadía es una cama fría. —Sus labios regresaron a su nuca, esta vez demorándose más, le dio varios besos a lo largo del cuello hasta llegar al escote de su vestido. —En mi cama no habrá ropa que se interponga entre mis besos y tu dulce piel…
Su imaginación se inflamó con imágenes de él quitándole el vestido y presionando calientes besos sobre su cuerpo, recorriéndolo hasta llegar a sus pechos. El calor corría por sus venas, amenazando con ahogarla en sensaciones que no podía negar que encontraba placenteras.”

Y en frente tenemos a un laird dominante y fuerte, con un clan intenso que lo respalda, que quiere casarse para crear una alianza, pero que al conocer a Brina, la que iba para novicia, se enamora de ella y quiere que sea suya. Ella se niega, se enfada, lo enfrenta –cosa que a él le encanta, no duraría ni un día con una mujer sumisa y dócil- pero en verdad también se siente atraída por él y por la vida de casada. No hay nada en ella que la impulse  a ir a un convento, mientras que sí la atrae la idea de estar en un castillo y ser una mujer completa, con todas sus consecuencias.

“—Nunca nadie me había besado — Gritó incapaz de mantener la compostura.
Arremetió contra él, buscando algo blando conde clavarle las uñas.
— Algo que tiene que cambiar.
A pesar del mal genio de ella, la voz de él era ronca y controlada. Se inclinó y le dio otro suave beso en la cara.
—Admite que te gustó, Brina. Te juro que a mí también me gustó, porque tus labios son dulces como la miel.
Ella se estremeció, la oscura promesa de su voz amenazaba con atraerla, como las legendarias canciones de las hadas.
— Pero... Es... Pecado...
Los dedos de su nuca se tensaron, tirando un poco hacia delante para que su rostro se inclinase, hacia atrás y hacia arriba, y le ofreciera su boca de nuevo. Por un momento, se cernió sobre su boca y ella vio que se estaba conteniendo, mitigando su deseo.
—Te juro que me casaré contigo, Brina. No habrá vergüenza, sólo placer.”

Connor es uno de esos personajes que te seducen, por su risa, su carácter, la pasión, lo testarudo que es, pero también lo paciente y tierno que se muestra con ella. Y al final con toda la trama secundaria de la hermana de él, y todos los problemas que tienen, está a la altura. Es un libro sencillo, cortito, pero bueno. De esas historias que te acompañan en una tarde en la que no tienes nada que hacer y terminas disfrutando mucho porque el libro sin ser nada del otro mundo te gusta. Lo recomiendo. 6/7