Ternura

Título: Ternura
Autor: Dorothy Garlock
Tipo: Novela romántica histórica
Sinopsis:
Las mujeres de Harpersville viven intimidadas por un extraño maníaco que, sin revelar su identidad, las asalta en sus propias casas y las manosea impúdicamente.
Dejándose arrastrar por sus prejuicios, la comunidad sospecha de Wade Simmer, un hombre de vida solitaria y poco dado a las convenciones sociales. Pero Jesse Forbes, enfermera e hija de médico del pueblo, tendrá ocasión de descubrir que tras la apariencia esquiva de Wade se esconde un corazón tan justo e independiente como el de ella.
Comentario:
Un libro típico de novela histórica inglesa, pero interesante. Tiene algunos tópicos y otras cosas diferentes. Tenemos a una chica protagonista que es de un pueblito normal, con una casa más o menos normal, que es médico y tiene el apoyo de su padre y el resto de su familia. Una hermana pequeña un tanto insegura y con miedo a vivir su vida, y dos personajes masculinos dispuestos a cambiar su mundo.

No tenía muchas esperanzas puestas en este libro, pero me ha sorprendido para bien. Tiene su lógica y está muy bien escrito. Tiene un caso de un agresor que ata a las chicas y las mira, como si fuera una violación parcial, y bueno, aunque es parte del argumento principal no le quita fuerza al resto. Lo único que me ha “molestado” un poco, como viene siendo habitual, es que el protagonista quisiera distanciarse de la protagonista porque ‘es lo mejor para ella’ en lugar de pensar en lo que siente y lo que quiere.

“-Jesse -dijo su nombre suavemente-, me temo que voy a besarla.
-¡No!
-No... la morderé. -Sabía que sus palabras eran tontas, pero no pudo evitarlas.
Se miraron durante unos instantes antes de que Wade bajara la cabeza lentamente, dándole tiempo para volver el rostro hacia él. Jesse estaba hipnotizada. Sabía lo que iba a suceder, pero era incapaz de impedirlo. El puso su boca sobre la de ella, sus labios estaban húmedos por la lluvia, pero eran cálidos y suaves. Quemó los labios de Jesse con los suyos, ligeros como alas de mariposa. No era bastante.
-¡Dios mío! -El gemido de Jesse murió en los labios fuertes e intensos de Wade, que encontraron los de ella otra vez y los cubrieron, los dominaron y poseyeron su boca como si fuera un melocotón dulce y maduro.
Nunca había sentido nada igual. Nunca había conocido aquella sensación de desprendimiento, de fusión que ahora invadía lo más íntimo de su ser. Aquel gozo repentino la asustaba y, sin embargo, era tan adorable como sorprendente.”

Wade y Jesse son una pareja de las típicas. Se enamoran un poco de golpe y un poco despacio, van día a día, conociéndose, queriéndose, ayudándose. Wade es el hijo de un hombre que fue ajusticiado en el pueblo, y tiene un niño negro a su cargo. Por eso nadie en el pueblo lo quiere, y está desterrado en la colina. Ella es de buena familia, pero su padre es otro defensor de “los negros” ya que siempre suele decir que toda la sangre es roja, indistintamente del color de la piel. Así que dos personas coherentes y buenas, se encuentran y están destinadas a estar juntas. Para llegar a eso hay un buen argumento, bien pensado y lógico.

“Lo levantó por los tirantes hasta que los pantalones se le clavaron en la entrepierna y así lo arrastró hasta la parte trasera de la casa. Lo empujó contra la pared y le puso rápidamente la mano en el cuello, sujetándolo.
-¿Qué haces? No puedes...
-Cállate la boca, inmundo, retrasado hijo de perra, o yo te callare. Usaste tus puños con los chicos, ¿verdad? Eres una bestia, un hombre duro con los niños que no pueden defenderse. Pégame, Otis. Tienes las manos libres. Pégame para que pueda aplastarte la nariz en la cara.
-Replicaron, me contestaron...
-Replicar, contestar. -Wade golpeó la cabeza de Otis contra la casa-. Me produciría un gran placer aplastarte la mandíbula y callarte esa boca mentirosa. Si oigo que les has pegado a tus hijos otra vez, te romperé todos los huesos de este cuerpo inútil. ¿Captas el mensaje, asqueroso de mierda?
-Tú no puedes... no harás...
-Puedo y lo haré. Ponles otra vez la mano encima y yo te la podré encima a ti.”

Los secundarios están muy bien, especialmente la relación entre Ethan y Paulinne. El problema es que te quedas con ganas de más, ya que al ser secundarios apenas aparecen. Es un libro que está bien, cumple lo que promete y entretiene. Eso sí, no hay más qué decir. Le falta algo para estar en el top.

*Libro que no esperaba mucho, que me ha gustado.