Hechicera

Título: Hechicera
Autor: Karyn Monk
Tipo: Novela romántica histórica
Saga: Warrior #2
Sinopsis:
En la Escocia del siglo XIII, la práctica de la hechicería podía condenarse con la muerte en la hoguera. Ésta es la historia, divertida y tierna, de la relación que surge entre Gwendolyn, una bella mujer acusada de brujería, y Alex MacDunn, un apuesto guerrero que busca en esta misteriosa joven un milagro que salve la vida de su hijo. Sólo existe un problema: Gwendolyn no tiene poderes para hechizar o curar... 
Gwendolyn MacSween, acusada injustamente de asesinato y brujería, es condenada por su propio clan a morir quemada en la hoguera. En el último instante, el rescate llega del lugar más inesperado: Alex MacDunn, jefe del poderoso clan rival de los MacDunn... Pero Gwendolyn pronto descubrirá que su rescate no significa la salvación
 Alex MacDunn, guerrero y jefe del clan MacDunn, está marcado por un pasado repleto de pérdidas y tragedias. Ahora, su único deseo es capturar la hechicera de los McSween para que salve la vida de su hijo gravemente enfermo... Y cuando esperaba encontrar una vieja bruja, en realidad encuentra una dulce mujer de belleza sobrenatural...
Comentario:
Bueno, mis ansias de saber qué había pasado con Malcom y mi muchacha se han esfumado, ya que este libro va de una hechizera que se llama Gwen y un tal Alex, así que… no sé yo dónde voy a encontrar a mis queridos protas, y luego como no, a mi querida Elizabeth y Gavin, que todavía no habían hecho nada en claro y yo quería que se casaran. Odio que los autores hagan estas cosas… ¿no se supone que es una saga? ¡Pues hombre, que se note! Le voy a dar una oportunidad no vaya a ser que salgan al final, pero de momento estoy muy triste.

Siempre es precioso leer la historia de un hombre enamorado de su mujer, que la amó como a nadie y que no se siente avergonzado de contarlo. Y bueno, no se me han caído las lágrimas porque estaba respirando hondo, pero eso de que su Flora sea ahora una estrella, y haya jurado no volver a amar a nadie, y hable con ella… me ha desarmado completamente. A mí estas cosas no me las podéis hacer… que me pongo toda sensiblona.

Qué mala es la ignorancia… en este libro queda completamente patente como un grupo de idiotas puede ser capaz de condenar a una persona, y casi también matar a un crío. Con todo ese calor y todos esos brebajes y sangrías es imposible que lo curen; pero encima inventando mentiras y haciendo todos esos comentarios maliciosos sobre Gwen no es que ayuden precisamente, ni al niño, ni a ella. Y Alex encima le dice que si el niño muere, ella también, y que si vive se queda como “curandera” retenida en el reino, no es que sea muy halagador que digamos. Lo gracioso será cuando se entere que no es una bruja, y se descubra que pasó realmente con su padre y porqué Robert tenía tanto interés en matarla.

A ver señores… nadie se ha dado cuenta de que el niño está débil porque no le da la luz del sol, ni el aire, ni hace ejercicio, y que ese dolor general no es otro que el malestar del cuerpo cuando lleva días sin moverse. Y lo más importante, no es muy raro que resulte que el niño parece estar siempre bien hasta que come algo… ¿por qué será? Es normal, ahora desde nuestro punto de vista, que le de pan, agua y manzanas, que es lo que te dan cuando estás con vómitos, pero vamos, que lo podrían haber visto un poco antes. Aunque claro, con una curandera como Elspeth, que más que curandera, es una loca devota que lo único que hace es hablar de Cristo y del diablo, y purificar almas, pues claro, no tiene ningún interés en salvar vidas. Sólo hace falta ver cómo afronta los partos:

“Elspeth me ató cuando tuve a mi pequeño Gareth. Ata a todas las madres que van a dar a luz. Cree que la madre debe estar tumbada inmóvil y padecer el dolor en silencio, ya que es Dios quien le envía el dolor, como castigo a sus pecados de mujer.”

Y si, otra vez de nuevo va la señora y corta el libro antes de que haya siquiera final, que no les ha dado tiempo ni a volver al castillo. Por amor de dios. A ver, haces un montonazo de hojas para luego no darles a los pobres ni un buen final, ¡eso no se hace! Además, nos dejas a los lectores con unas ganas de más locas, y eso no es justo, porque te quedas con las ganas de ver a Isabel y Brodick casados, la boda de Alex y Gwen y como está el pequeño David, y como los acoge el clan. Es que ni siquiera hay epílogo. Es un libro genial, pero el final hace que baje un poco porque te deja a medias.