Susurros de pasión

Título: Susurros de pasión
Autor: Karyn Monk
Tipo: Novela romántica histórica
Saga: Orphan #4
Sinopsis:
Camelia esperaba encontrar a un inventor anciano, con aire distraído y pelo blanco. Pero resulta que Simón Kent es un hombre joven y muy atractivo. Sin embargo, no parece muy dispuesto a ayudarla. Ella necesita desesperadamente su revolucionaria maquinaria para continuar con las excavaciones que inició su difunto padre en Suráfrica. Él está muy ocupado con inventos que cambiarán el mundo -como una fabulosa máquina capaz de lavar la ropa- y no quiere distracciones. Pero el destino viene en ayuda de la muchacha. Muy a su pesar, el inventor se ve abocado a una aventura que comienza con un secuestro y una persecución en las calles de Londres y continúa en la misteriosa sabana africana. Y mientras su cabeza le dice que es mejor mantenerse al margen y volver a sumergirse en sus experimentos, su corazón le arrastra a permanecer el máximo tiempo posible junto a aquella mujer hermosa, decidida y llena de secretos.
Comentario:
VIAJANDO: Sudáfrica.
Es una historia diferente el hecho de que una mujer sea arqueóloga y busque una bomba de vapor en Londres para conseguir usarla en África. Y bueno, me ha hecho ilusión encontrar al bueno de Simon ya grandecito haciendo inventos y siendo útil, no sólo para su familia sino para toda la sociedad. Y bueno, Camelia con su mono, su serpiente y su mayordomo “negro” es todo un poema en plena sociedad inglesa en aquella época, será la mar de entretenida, eso seguro.

Ahora que es aún más entretenido ver cuando se pone a hablar con los otros “arqueólogos” del Museo Británico. Lo único que tienen por decir es que Darwin se equivoca, que Dios creó al hombre, que los negros son altamente inferiores y por eso no se han desarrollado, que su cerebro es pequeño… ahora que es genial oír a Camelia cuando le pregunta que cuantos edificios y cosas de gran valor ha hecho uno de ellos, refiriéndose a que si la inteligencia se mide por las obras que uno realiza, que muestre las suyas. Entonces él expone que trajo el templo de Grecia y lo tiene expuesto en el Museo Británico, lo que ella considera un expolio sin miramiento y sin vergüenza de obras de incalculable valor griego y romano que hicieron otros, por lo que no puede contar como parte de su “inteligencia”. Touché. Odio ir a ver cosas antiguas de Grecia, Egipto o Mesopotamia a museos en Berlín, Londres o París. Debería darles vergüenza.

Me hace gracia como puede uno sentir todo ese amor, conexión y momento mágico; y en menos de nada convertirlo en algo superfluo, absurdo e incluso vergonzoso diciendo cuatro palabras que en verdad no sientes. Ha sido fantástico y ella se ha abnegado a decir que ha sido sin querer, que no tiene sentido, que no volverá a pasar, que no sabe por qué… tontería tras tontería termina haciendo que algo magnífico, elegido entre dos personas, termine siendo sólo un horrible error. Una pena.

Es un libro precioso, dónde se mezclan culturas, momentos románticos, humor y como no un argumento de aventuras y acción de trasfondo que aunque no resulta del todo novedoso ni original, y que es predecible, queda completamente hilado con el resto de la novela y le aporta un punto más. He adorado a los personajes, especialmente a Simon, que parece que aquí es la parte romántica y fuerte de la pareja. Además están los animalicos, Zareb, el bueno de Oliver –al que le tengo muchísimo cariño- y como no, Elliot, el tercero en discordia, que si tienes un poquito de ojo lo calas en seguida.
Me ha gustado mucho, el mejor de la saga conjunto con el primero, sin duda. La pluma de Karyn sigue siendo suave y simple, muy agradable para una lectura ágil, y el tono en este caso es más único debido a la historia en sí. El final es rápido, pero no precipitado, y completamente lógico. Muy recomendado.

“- No confías ni crees en nadie. Sobre tu vida planea una sombra, porque crees que ahí fuera no hay nada realmente bueno, bonito ni puro. —La rodeó con un brazo y la atrajo hacia sí mientras con la otra mano seguía acariciando la sedosa palidez de su garganta y su mejilla—. Pero entonces había algo que no sabía, Camelia.
—¿Qué? —preguntó ella con un hilo de voz y el corazón martilleando.
Él inclinó la cabeza hasta que sus labios prácticamente se rozaron.
—Que tú existías.
La besó para hacérselo comprender. Sólo un beso, dijo para sí desesperado, y pararía. Sólo un simple beso para apaciguar el fuego que ardía en él desde aquella noche que habían pasado en Londres.”

“—¿Por qué?
«Porque no puedo soportar quedarme aquí sin ti —pensó vulnerable y temerosa de los sentimientos que la embargaban—. Porque nada de lo que haga, vea, sienta o toque será lo mismo si tú no estás. Porque si tú te vas y yo me quedo aquí, viviré el resto de mi vida con el corazón desgarrado.»
—Porque quiero ir allí. —Se había imaginado que a Simon le encantaría que ella quisiese irse a Londres con él. Sin embargo, estaba completamente atónito—. ¿Tan extraño te parece?
Él se encogió de hombros.
[…]
- En Londres hay algo que no puedo tener aquí.
- ¿Qué?
- Tú.”