Besar a un ángel

Título: Besar a un ángel
Autor: Susan Elizabeth Phillips
Tipo: Novela romántica contemporánea
Sinopsis:
Daisy Devreaux debe elegir entre ir a la cárcel o casarse con el misterioso hombre que su padre ha escogido para ella. Las bodas concertadas son una cosa del pasado... ¿O no? Alex Markov, tan guapo como hosco, no tiene intención de jugar a ser el novio cariñoso de una pequeña cabeza hueca adicta al champán. Dispuesto a doma rla a su manera, arrastra a Daisy desde su destacado lugar en la alta sociedad a un pequeño circo itinerante. Pero este hombre sin alma ha tropezado con una mujer que es todo corazón. Antes de que pase mucho tiempo, la pasión los tendrá a su merced y sin red de seguridad...
Comentario:
Leí una gran reseña en Dreams of my Paradise sobre este libro, así que en un par de días lo conseguí –ya que me gusta mucho la autora- y me puse a ello tan pronto como pude, porque era un libro que realmente me apetecía mucho leer.
Y bueno, como el libro me ha encantado... os aviso: la reseña es larga, hiper mega comentada, con citas y con spoilers! :)

CUIDADO SPOILERS!!!!

Vale, tenemos la historia de una chica independiente que ha vivido con una madre un tanto truculenta, que tiene un padre ruso muy severo y que la obliga a casarse con un hombre que apenas conoce, para recibir la herencia –que es suya, pero que su padre amenaza con quitarle- para que así ella aprenda a comportarse (según su padre claro). Y resulta que el novio no es un magnate ruso petrolero, sino un sureño un tanto especial que trabaja en un circo. Tela.

A ver, no es por defender a la madre, pero sinceramente, si tu futuro marido se acuesta con tu madre, sea tras un día de seducción, sea tras tres meses, la mitad de la culpa la sigue teniendo tu novio. Y sinceramente, suerte has tenido de enterarte antes de casarte, porque créeme que no merece la pena estar con un hombre así, por muy majo y bueno que parezca. Y a ver, sea o no un acto de rebeldía, me parece muy bien que conserve su virginidad y se lo tome en serio, aunque suene victoriano. “Ni siquiera podía imaginar entregarse a alguien a quien no amara.” La comprendo completamente.

Definitivamente creo que casi ninguna mujer quiere oír estas palabras de un tio, por muy atractivo y sexy que sea: “—En otras palabras, esperas que haga las tareas domésticas, trabaje en el circo y «eche polvos» contigo —dijo bastante mosqueada.” Y de momento, Alex me está sacando de quicio, aunque lo entiendo, pero me cabrea. Estoy segura de que mejorará con las hojas, pero ahora mismo… le daría de palos.

Me da rabia la gente que se hace percepciones de los demás sin tener ni idea. Alex sencillamente ha tenido una infancia de mierda, y cree que Daisy es una idiota mimada atolondrada, que lo ha tenido todo y que no sabe nada de la vida. Que va de cama en cama, dinero, joyas y poco más. Y Daisy no es así para nada. Su madre no fue una madre, y su padre se ha pasado la vida juzgándola. No ha tenido una familia, nunca, jamás ha estado con un chico, se respeta, cree en el amor y busca algo más. Y no es una idiota atolondrada que no sabe nada de la vida y que no le da valor a las cosas. Y lo siento Alex, pero te enamorarás de ella hasta los huesos y te darás cuenta de lo ciego que has estado, y lo mal que te has portado con alguien que no lo merecía.

No se nota NADA pero NADA, que le han metido el dinero a posta, pero NADA. Sheba no está interesada en que ella sea una ladrona verdad? Qué raro que esté en el fondo de la maleta verdad? Qué raro que lo busquen y lo encuentren en seguida, cierto? Qué raro que la pequeña Heather se interese por el dinero y por lo que falta, y sepa que han sido 200 dólares pese a que nadie lo ha mencionado delante de ella. Venga hombre. Qué pena de gente por dios. Y Daisy, realmente no se merece más mierda.

¿Descargas eléctricas a un elefante? Venga ya, a mi que no me llamen para eso. Prefiero tener que pelearme con ellos durante horas, a hacerles daño. Me gusta como Daisy conecta con los animales, con el tigre mayor, con el elefantito… es una subtrama de libro que realmente me apetece leer y que me hace sonreír, y además es coherente.

“-Daisy, escúchame. Si comienzas a imaginar cosas que no van a ocurrir, lo único que conseguirás es salir herida. No voy a enamorarme de ti, cariño. No ocurrirá. Me importas, pero no te amo” En ese momento debe doler como el demonio que alguien de quien te estás enamorando diga eso, justo después de una sesión de sexo pasional e increíble… pero bueno, Alex tendrá que comerse sus palabras, porque va enamorarse de ella hasta las trancas.

Odio a los idiotas, hombres o mujeres, que se autoconvencen de que como sus padres no los han querido o han tenido una infancia de mierda, son incapaces de querer a nadie. Querer a una persona es algo innato, es algo que sale, aunque es bueno y fantástico que te lo enseñen, está intrínseco en el ser humano, y que quién te crie sea un sádico o un hijo de puta, no te convierte en un ser inerte incapaz de amar. Y no lo digo por decir, lo digo porque lo sé, lo digo porque mi padre ha sido un fantástico hijo de perra que me ha destrozado, y no por eso yo soy una jodida cabrona que jode a los demás, incapaz de querer a nadie. Cada cual tiene sus traumas, cierto, pero negarse a uno mismo la capacidad de querer a los demás, de formar vínculos, de tener familia… es solo una barrera para no volver a sufrir, no una consecuencia de una infancia de mierda o del dolor de cuando eres pequeño. Lo uno no hace lo otro, por eso mismo me cabrea Alex intentando convencer a Daisy que nunca la querrá porque su tio era un capullo que le pegaba, y que no puede tener hijos porque no los querrá. Sólo de la manera en cómo hablas de los hijos y del dolor, ya serías un buen padre.

No es que sea una sorpresa que Alex realmente desciende de la realeza rusa, sino el padre de Daisy jamás los hubiera emparejado. Ese hombre está cegado por el dinero, las normas y la posición, jamás le habría entregado a su hija a un circense cualquiera. Ahora que, no sé quién me da más pena, si Max con todas sus normas y su dinero, Alex con su pasado de mierda que no sabe enfrentar, el padre de Heather que se entera de la misa la mitad, o la idiota de Sheba con sus ínfulas. Bueno sí, Sheba no me da pena, es un perra que no merece nada, lo siento, tenía que decirlo. Y retiro lo dicho, Max no me da ninguna pena… pedazo de capullo de mierda machista, con ínfulas de alta sociedad… ¡anda la mierda!

Creo que este libro da la oportunidad de vivir mucho de lo que he soñado toda mi vida. Animales salvajes y especiales como un elefantito, una gorila o un tigre. Ser capaz de domarlos, de mirar dentro de ellos, de entender sus sentimientos y domar a un tigre de bengala, de entenderlo, de salvarlo. De ser una persona fuerte, de demostrar que estás ahí, de enamorarte de alguien que no quiere amar, ni ser amado, y terminar siendo correspondida. Es difícil que este libro no guste, porque llega más allá que una simple historia de amor. Y bueno sí, es muy yo.


A ver… aunque lo del bebé sea bonito y tal, entiendo a Alex. Es más, en este caso estoy más de su parte que de la de ella. Él le ha dejado claro que NO quiere ser padre, que no puede, y ella le ha jurado que no se quedará embarazada. Es cierto que ella no lo ha buscado, ok, pero no puede hablarle a Alex como le hablarías a un hombre que si quiere tener hijos, porque para él no va a ser una buena noticia, y tiene derecho a estar enfadado. Esto va a ser complicado, y sé que se solucionará, pero es un tema muy escabroso y difícil con el que las mujeres juegan a veces, y con el que los hombres tienen que lidiar incluso cuando no quieren, y no es justo que los malos siempre sean ellos. Entiendo a Alex, aunque tiene que ser muy duro que alguien a quien quieres y con quien quieres un futuro te ordene que abortes.

Y bueno, ahora ese momento tan trágico del latigazo… bueno, creo que ahí es Daisy la que exagera. Entiendo que esté enfadada y molesta, porque le ha hecho daño emocionalmente y físicamente, pero ella también debería entenderlo un poco más a él. Y bueno, luego la especie de epifanía cuando Alex sale y se da cuenta de que la ama… quizá un poco demasiado rápido, pero no por ello menos creíble. Me ha gustado. A veces tienes que estar en el abismo para darte cuenta de las cosas. Y bueno, Daisy se pone obtusa y tienen que forzarla para que entre en razón, un poquito entre todos, pero es un final feliz precioso.

LO PUTO MEJOR DE LA LIFE!!

‘Aceptamos el amor que creemos merecer’ 
Citas que he amado del libro:

“Eres una mujer llamativa, Daisy. Quizá no tan guapa como tu madre pero, no obstante, atractiva. Si fueras menos frívola, quizá podrías retener a Alex. Ya sabes que una esposa debe adaptarse a determinados roles. Antepone los deseos de tu marido a los tuyos. Sé complaciente. —Miró los sucios vaqueros y la desastrada camiseta de Daisy con el ceño fruncido. —Deberías cuidar más tu apariencia. Nunca te había visto tan descuidada. ¿Sabías que tienes paja en el pelo? Quizás Alex no estaría tan ansioso por deshacerse de ti si fueras la clase de mujer que un hombre quiere tener esperándolo en casa.”

“Alex, míralo desde mi punto de vista. Sólo disponía de seis meses y tenía que aprovecharlos. No podía esperar que llegaras a enamorarte de ella, es imposible que un hombre con tu inteligencia se interese por alguien tan atolondrado como mi hija, salvo para acostarse con ella.”

 “- ¿No crees que tengo los pechos demasiado pequeños?
- Ésa es una pregunta con trampa, seguro.
- Solo quiero que me digas la verdad.
- ¿Estás segura?
- Sí.
- Vale. Veamos. —La tomó por los hombros y la hizo girar de cara al océano, luego se puso detrás de ella. La rodeó con los brazos y le ahuecó los pechos. La piel de Daisy se erizó de deseo cuando Alex apretó y moldeó los montículos, recorriéndole las suaves pendientes y rozando las endurecidas cimas con los pulgares. A Daisy se le entrecortó la respiración. Alex le acarició la oreja con los labios y le murmuró al oído:
- Creo que son perfectos, Daisy. Exactamente del tamaño adecuado.”

“De todas las crueles jugarretas que le había hecho el destino, la peor había sido atarlo a esa frágil y decente mujer, con esos bellos ojos y ese corazón tan generoso. El cariño no era suficiente para ella. Daisy necesitaba a alguien que la quisiera de verdad. Necesitaba hijos y un buen marido, uno de esos tipos con el corazón de oro y trabajo fijo, que fuera a la iglesia los domingos y que la amara hasta el final de sus días.” 

“—No puedo resistirme a ti —dijo Alex con suavidad. —¿Lo sabes, no? Y ya me he cansado de fingir lo contrario —adoptó una expresión de profunda preocupación. —Pero no te amo, Daisy, y no puedes hacerte una idea de cuánto lo siento, porque si tuviera que amar a alguien, sería a ti.”