Una noche inolvidable

Título: Una noche inolvidable
Autor: Julia Quinn
Tipo: Novela romántica histórica
Saga: Smythe-Smith #2
Sinopsis:
Anne Wynter podría no ser quien dice ser... Pero ella se las arregla muy bien como institutriz de tres jóvenes mujeres de alta cuna. Su trabajo puede ser un desafío, en una sola semana ella se encuentra escondida en un armario lleno de tubas, interpretando a una reina malvada en una obra que podría ser una tragedia (o podría ser una comedia, nadie está seguro), y atendiendo las heridas del oh-tan-elegante Conde de Winstead.
Después de años de esquivar avances deseados, es el primer hombre que verdaderamente la ha tentado, y cada vez es más y más difícil de recordarse a si misma que una institutriz no tiene por qué coquetear con un noble. Daniel Smythe-Smith podría estar en peligro de muerte... Pero eso no va a detener al joven conde de enamorarse. Y cuando espía a una misteriosa mujer en en la velada musical anual de su familia, jura perseguirla, incluso si eso significa pasar sus días con una de diez años de edad, quien piensa que es un unicornio. Pero Daniel tiene un enemigo, alguien que se ha comprometido a verlo muerto. Y cuando Anne es lanzada al peligro, no se detendrá ante nada para asegurar su final feliz... 
Comentario:
Daniel es un personaje que apenas aparece en la primera novela, al igual que Anne, pero eso no quita que de alguna manera ya lo conozcas un poco. No sé por qué, pensaba que había tenido que irse del país por un problema de faldas, con una mujer casada o alguna doncella virginal… nunca pensé que fuera por pegarle un tiro sin querer a su mejor amigo, tras un duelo absurdo de dos hombres borrachos. Lo peor, es que tanto Hugh como Daniel realmente se quieren, son amigos de verdad, y por culpa de un padre pesado Daniel ha tenido casi perdidos 3 años de su vida.

Creo que la escena en que se encuentran, después de todo, es muy emotiva aunque sea corta y apenas haya poco más de una conversación formal y alguna que otra acusación. Hugh ha perdido más que una pierna, y Daniel ha sufrido aunque no tuviera dolor o pérdida física real. Son un par de hombretones un poco duros y cabezones, pero se nota que hay más ahí, y me dieron pena ambos.

En cuanto a Anne, bueno, es difícil que no te saque una sonrisa. El modo en que Daniel se acerca a ella y queda prendado de la forma de su cara y sus ojos, y ese pelo oscuro tan sedoso, la forma en que tiene que besarla y lo hace… y luego como le toma el pelo y busca excusas para acercarse, pues sí, quizá es poco creíble, pero es romántico. Lo reconozco me gustan este tipo de novelas, pero estoy segura de que ésta me dará más de una sonrisa de las de verdad. Y me gustaría mucho que Hugh apareciera en alguna otra novela, porque me encantaría verlo enamorado de una mujer que realmente lo quisiera, cojo o no, porque creo que es un gran hombre.

Joder con el pasado de Annie, pobrecita. He aquí la diferencia entre un hijodeperra y un caballero, indistintamente de la época en la que vivas o del sitio en el que pase. Están los caballeros y los capullos, y este tio, por muy conde que sea, mucho dinero que tenga y muy guapo que digan, es un capullo hijo de perra. “Pensaste que me casaría contigo? Oh Annie, tu familia no tiene dinero” pero oye, para tirársela y deshonrarla sí. Que vamos, no es que a mí me importa la honra ni mucho menos, pero es el hecho de jugar así con una persona y ser tan cínico y borde. Daniel, pese a todo, sí es un caballero, y me encantará ver su cara cuando se entere de esto, porque seguro que querrá matar al capullo, y eso sería muy muy genial.

O sea, espera, el hijo de puta la usa, la deshonra, intenta violarla… ¡y es ella la que tiene que pedir perdón, abandonar a su familia y perderlo todo! ¿PERO QUE ME ESTÁS CONTANDO? Pero que mierda de familia tiene la pobre muchacha. Por dios, ojalá esta chica fuera nieta de Lady Danbury o hija de la maravillosa señora Bridgerton, porque no hubiera habido motivo en la tierra para que ella tuviera que pedir perdón, sino que se habrían encargado de matar a ese capullo y no sólo dejarle esa cicatriz en la cara, sino joderlo hasta que se le quitaran las ganas de volver a forzar a otra mujer en su vida. Aggg es que lo odio, ¿cómo puedes hacerle eso a tu hija? A TU HIJA. Siendo Anne como es y con lo que sufrió con el djsdjsfhsjdk del otro pues sí, es importante que Daniel sea más caballero que nunca. No por nada, pobre hombre, sino porque Anne necesita confianza y saber que él nunca hará, ni dirá nada que la incomode o que no quiera, y que no le hará daño.

Si alguien me preguntara que es el romanticismo de verdad, el poético de libro, diría que es algo así. Como en estos libros. En ese momento en que te describen un beso como si fuera el punto álgido de una vida. Dónde una mirada puede ser un mundo y cuando estar al lado de alguien a quien quieres, lo es todo, y te hace feliz sin más. Y sí, soy una romántica, me gusta más eso que cualquier otra cosa (SI, incluso más que las escenas de cama, malpensados!)

Dios, lo estoy pasando mal, realmente mal. El capullo de George la está persiguiendo para matarla, y Daniel piensa que es el padre de Hugh, pero no es así. Y entre todo esto, ellos se están enamorando, la tía se está portando como una idiota “mi sobrino se casará con una mujer de alta cuna, y no con alguien como tú” y el pobre Daniel no entiende nada. Y claro, Annie es la que está sufriendo como una loca. Por faaaaaaaaavor.

Oh por favor, sé que soy una antigua… pero yo quiero una declaración de amor así. Se me están poniendo los ojillos anegados en lágrimas y tengo esa sonrisa idiota en la cara -esa que sólo me sacaba cierta persona y que ahora sólo muy de vez en cuando los libros consiguen algo que se acerca-. Precioso, en serio, de esas de cuento, de las que quieres leer una y otra vez. Y oh… el final es genial. Es tan bonito, y Daniel, Hugh y Marcus son la hostia… uno amenazándolo en un lado, el otro también, y el tercero escalando el árbol al oír el disparo, echando al hombre de las Islas Británicas. Los adoro, en serio, qué grandes. Estoy como loca por leer el siguiente.

*LO PUTO MEJOR DE LA LIFE!

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