Long Hard Ride

Título: Long Hard Ride
Autor: Lorelei James
Tipo: Novela romántico-erótica contemporánea
Sinopsis:
Channing Kinkaid se muere por una aventura en el salvaje oeste con un hombre indomado. Entonces conoce a Colby McKay, el salvaje vaquero que monta toros, y amarra broncos. El sabe que ha encontrado una mujer que está dispuesta a dejarse llevar.
Intrigado por la atrevida propuesta de Channing de "cabalgar juntos" en el camino, Colby le propone una aventura sexual que no sólo incluye su cama, sino también la de sus dos compañeros de rodeo y de viaje.
¿Podrá Channing entregarles el control total? ¿Especialmente, cuando no todo es lo que parece con este sexy trío?
Comentario:
Recomendado por Goodreads.

Ya empezamos con los tríos. Pero qué necesidad por amor de dios. Goodreads no se debe haber enterado todavía que yo y los tríos no nos llevamos precisamente bien. Y sinceramente, eso de tener que compartir a las mujeres una y otra vez, pues normal lo que se dice normal tampoco es que lo encuentre. Sinceramente no le veo el punto. Aunque todavía le veo menos el punto a la locura que les ha entrado a las autoras de hoy de escribir sobre tríos –siempre de 2 tios super guapos y dominantes y maravillosos en la cama, con una mujer- que como fantasía medio ok, pero como relación real. Infumable. Y ya cuando en lugar de ser 2 son 3, tela. Es que nos quejamos de que existan cosas como los harenes de mujeres o los mormones, y luego, eh, queremos 3 tios por mujer. Absurdo.

“Pero hay algo acerca de ver un culo rojo que me atrae. Y no te cuento lo dulce que puedo hacer los castigos cuando has sido mala, cariño.” O SEA NO. ¿PERO QUE COÑO OS HA ENTRADO CON ESTA CLASE DE TIOS? ¿De verdad os pone eso? ¿Ser mala? Mala voy a ser porque voy a darte una patada en las pelotas y a gritarte que dejes de ser tan subnormal. Le pide que acepte ser follada por los 3 a la vez, cuando quieran, o por separado, y que si lo “chupará profundamente” cada vez que quiera. Y ella responde, “dentro de lo razonable”. Yo le respondería, ¿me vas a comer tú a mí cada vez que yo quiera y dónde quiera? A ver que contestaba. Venga hombre. Luego decís que los escoceses del siglo XIV son machistas… ¿Y esto qué? ¿Es esto sexy, maravilloso? Conmigo que no cuente, porque vamos mal.

“O como una chica agradable que está feliz con el francamente anticuado sexo de vainilla una vez a la semana y que no quiere más.” Aquí radica uno de los grandes problemas de la maldita sociedad actual. ¿QUÉ COÑO TIENE DE ANTICUADO EL SEXO VAINILLA? Ahora resulta que para joder sólo puede uno usar sexo rudo, zurras, esposas y sexo anal, además como no de folladas de boca y tríos. Eh, follarte a tu novio tranquilamente en la cama porque te apetece sin que sea rudo, ¿pero qué dices? No ves que eso es anticuadísimo y ya no se lleva. ¿Estamos hablando de sexo o de zapatos? ¿Pero qué cojones me estás contando de anticuado? Si necesitas que te peguen y te follen el culo para correrte, pues ole tú chata, pero, hay mil formas de tener sexo y mientras a uno le gusten están bien, y no son ni más, ni menos anticuadas. Que lo de zurrarse, atarse o el sexo anal, es tan antiguo como el ser humano. UN POQUITO DE POR FAVOR.
Y eh, es tan súper maravilloso este tío, que para aceptarla como “amante” de los tres, le hace una prueba. No sé, como un casting, o mejor, como cuando miden y prueban a las yeguas para ver si valen o no su precio. 

“Cosita dulce, ninguno de nosotros va jamás realmente a lastimarte. Pero tienes que entender que hay un precio por tu insolencia. No permitimos impertinencias. Nunca. Eso no significa que no puedas decir lo que piensas, pero no vas a echarnos una bronca en público. Jamás. —Edgard acarició su cuello, dulcemente, como si ellos hubieran sido amantes durante años, y frotó su sien. ―Quítate tus ropas, chica. Estoy diciéndote esto por tu propio bien y como tu amigo. Nosotros vamos a disciplinarte. Así sabrás porque me molesta que hayas sido lo suficientemente tonta para pensar que me avergüenzas. O a cualquiera de nosotros. Porque tú nunca, jamás me hablarás de esa manera en público de nuevo.”

ODIO, absolutamente ODIO, me enferman las mierdas de los castigos. ¿Castigos de qué? Un hombre la ha jodido, tú la tratas igual sin explicación, y por ella tener opinión y contestarte, ¿va a ser castigada? ¿Disciplinarte, en serio? Latigazos y azotes por cada ofensa. Bien. Genial. Amor y sexo del bueno en estado puro. Enseñemos eso a nuestros hijos y a nuestras hijas. Los hombres deciden y castigan, las mujeres aceptan y reciben. Gracias por evolucionar tanto en el siglo XXI.

Bien, mi segundo libro en que aparecen gays en un trio. Aunque aquí han ido por su lado, y Chan por el suyo. Luego el dominante mandón y rudo de Colby se pone mucho más suave y simpático, todo maravilloso tornándolo un galán de telenovela. No le veo el qué. Y ahora, no te lo pierdas, se pone todo posesivo con ella y que ‘él no comparte a su mujer’ ¿Hola? De verdad, no tiene ni puñetero sentido, hace menos de dos capítulos que os la estábais follando entre tres, ¿de repente te has vuelto monógamo? Vete al psicólogo un ratito anda.

Y sí, el final es muy bonito, muy ohhhh pero eso no hace que el libro sea mejor, ni más coherente, porque sinceramente… no lo es. Juntar a un dominante rudo que comparte, con un tio dulce que no comparte en un mismo tio con un lapso de tiempo de 6 días… pues no lo veo normal x) Si me lo decís a mí: no lo leáis, no os perdéis nada. *Lo único que se salva del libro, es la relación de Trevor con Edgard… que voy a buscar si tiene libro propio, porque si lo tiene, quiero leerlo.

*Ni te acerques... ni al pollito, ni al libro.