Mi ladrón favorito

Título: Mi ladrón favorito
Autor: Karyn Monk
Tipo: Novela romántica histórica
Saga: Orphan #2
Sinopsis:
Harrison Payne, La Sombra Oscura, está acostumbrado a correr riesgos, no en vano es el ladrón más famoso de Londres. Lo que no podía esperar es que aquella joven que le sorprendió en plena tarea apropiándose de las joyas de Lady Chadwick no sólo no se asustaría, sino que le ayudaría a escapar arriesgando su propia vida. Pronto descubre que Charlotte no es una muchacha cualquiera, sino una seductora mujer que guarda tantos secretos en su pasado como él mismo. Su breve encuentro ha servido para despertar en ambos una poderosa atracción, pero cuando vuelven a verse, Charlotte no tiene más opción que chantajear al ladrón como único medio de alejar el terrible peligro que se cierne sobre ella y su familia. Atrapados entre el deseo y el temor a confiar el uno en el otro, ambos se entregan a un peligroso juego...
Comentario:
Aquí tenemos a la buena de Charlotte, la cojita pequeña del primer libro en su propia historia. Así que ha seguido los pasos de su madre y también ayuda a gente. La primera historia, tras conocer al ladrón de Harrison, es la de una pobre chica a la que su marido le pega y la hace prostituirse en la calle. “Jimmy no es malo, es que estaba enfadado porque me echa de menos y no me dio tiempo a esquivar su golpe.” Maravilloso. Eso sí, es aún mejor cuando le dice que ella hacía las calles porque su Jimmy opina que sólo sirve para ser puta. Romanticismo, amor, respeto… en estado puro.

Bueno, el inicio del libro es un poco como el del anterior. Un ladrón que tiene una historia detrás, que termina herido en la casa de una señorita. Eso sí, esta vez en lugar de quedarse al primer indicio de problema se marcha. Me apasiona la facilidad de la gente de juzgar a los demás y de ser tan inhumano. ¿Dinero para pobres y putas? No gracias. Son malnacidos con tendencias libidinosas sin moralidad y no merecen nada. Ole tú. Pensamiento de derechas ‘El hombre es un lobo para el hombre’ exagerado.

Ay los chantajes… nunca van bien. Te piden 5, y luego otros 5, y al siguiente día 10 más, y así hasta que pasa algo peor, o lo pilla la policía. Sinceramente, si fuera ella, llamaría a la poli y a su familia y no le daría ni un céntimo al hijo puta de su padre, y si eso, contrataría con la décima parte de lo que le pide un sicario y le metería dos tiros, y ya verías tú lo feliz que vivías a partir de ese día.

Una vez más un tema intenso y duro tras una historia de amor. Los complejos físicos. Aquí tenemos a una chica que no se ve a sí misma, que todo lo resume a su pierna maltrecha, su cicatriz y su cojera. Como si no hubiera nada más en ella. Se viste con vestidos simples, sin preocuparse demasiado, porque… ¿Quién va a mirar más allá de una coja por muy bonita que se vista? Creo que lo importante es que primero se mire ella misma y acepte quién es, y quizá luego se sorprenda de la cantidad de gente que la mira, y ve mucho más que un defecto físico en ella. Somos así, nos autodestruimos con palabras negativas de nosotros mismos y nos ahogamos antes siquiera de empezar a respirar. Sé bien de lo que hablo, por propia experiencia, y es muy fácil dar consejos, porque luego yo me parezco a Charlotte más de lo que me gustaría reconocer, pero sí, creo que es interesante hablar de ello y tomar conciencia poco a poco.

Aquí la verdad es que hay poca seducción entre ambos, pero queda patente de una manera completamente directa y gráfica. Todo y con eso, creo que ambos son conscientes de que eso ha sido mucho más que un encuentro furtivo en un sofá, salvo que huyen el uno del otro tan pronto terminan. Charlotte con lágrimas en los ojos, y Harrison como si no hubiera ocurrido. No les llevará a ningún lado, porque lo hecho, hecho está.


Típica historia de venganza de tio resentido, como el primer libro. ¿En serio? Si tu padre no fue capaz de pillar  a un ladrón y se volvió huraño, loco y borde, pues hijo… culpa a tu padre, que tuvo poco carácter y muchas tonterías. El chaval lo único que hizo fue robar para sacar a su familia de las deudas y luego dejarlo, y reformarse. Si tiene que pedir perdón por eso ya sería el acabose. Me parece a mí que el más cobarde y jodido aquí eres tú, y no Harrison.

Y bueno, es bastante típico. No es que no me haya gustado, porque es una buena historia, pero es más normalita, un poco más de lo mismo que ya se ha explicado mil veces, con un par de toques diferentes y algunas cosillas.