Título: La rosa salvaje de Kilgannon
Autor: Kathleen Givens
Tipo: Novela romántica histórica
Saga: Kilgannon #2
Sinopsis:
Llegó a las Tierras Altas como una inocente novia recién casada, pero el amor de un hombre y la enemistad de dos naciones la convertirían en mujer...
En su inolvidable novela Kilgannon, Kathleen Givens dio vida al tempestuoso romance de Mary Lowell, una aristócrata inglesa, con el Jefe de un clan escocés, Alex MacGannon, quien le propuso matrimonio y la hizo su mujer. Arrastrada a un mundo de costumbres arcaicas, pasiones tumultuosas y traiciones políticas, jamás pensó que su arraigo en las Tierras Altas sería tan entrañable...
Ahora la historia de amor de Mary y Alex continúa. Cuando el castillo de Kilgannon es rodeado por fuegos de guerra, la bella Mary no cede, protege a su familia y a su hogar. Pero cuando llegan noticias sobre la captura de su amado Alex, Mary jura rescatar a su valiente esposo, quien ofreció su vida para salvar a sus hombres. Así como Alex enfrenta desafiante el juicio por traición a que es sometido en Londres, Mary emprende su propia campaña en el seno de la sociedad londinense resuelta a obtener justicia en el campo de batalla más peligroso de todos. A pesar de que Alex es recluido en la Torre, ella lucha por recuperar ese abrazo apasionado, prohibido e inolvidable, arriesgando todo para liberar al rudo luchador, que la reclama en cuerpo y alma...
Comentario:
Es la primera vez que de un libro así hay partes, así que no sé qué me voy a encontrar en la segunda o si me va a cansar o se me va a hacer largo. Sea como sea, estoy sufriendo y deseando ver que Alex vuelve a casa. Me encanta este bendito rubio de ojos azules y espero verlo pronto sano y salvo.
De tener tiempo y mundo suficientes, no sería delito tu recato.
Dónde ir pensaríamos, sentados, y en pasar nuestro amor en largo día.
Tú, en las riberas índicas del Ganges en busca de rubíes; yo, plañendo
en las ondas del Humber. Te amaría desde diez años antes del Diluvio:
y rehusar podrías, si quisieseis, hasta la conversión de los judíos.
Mi vegetal amor se extendería más vasto que un imperio y más despacio.
Unos buenos cien años yo daría para alabar tus ojos y tu frente,
doscientos adorando cada pecho: y quizá treinta mil en cuanto resta.
Mil años, por lo menos, cada parte, si al fin tu corazón se me mostrase.
Pues, Señora, mereces tal respeto; y amarte no podría a menos precio.
Es muy duro el inicio del libro, cuando Alex vuelve a casa sólo por una noche y se entrega aún sabiendo que lo probablemente lo maten, y en el mejor de los casos lo enecierren de por vida en una prisión nauseabunda, le quiten su título, sus tierras y todo lo suyo, y dios sabe qué le harán a Kilgannon.
Pero, detrás de mí, yo siempre escucho la carroza del tiempo, inexorable:
y allende de nosotros se dilatan desiertos de la vasta eternidad.
No tendrás todo el tiempo tu belleza, ni habrá de resonar en tu sepulcro
el eco de mi canto: pues gusanos probarán tu inmortal virginidad:
tu honor sin par se habrá tornado polvo; muertas cenizas todo mi deseo.
La tumba es un lugar íntimo y bello, pero creo que allí nadie se abraza.
Parece mentira lo mala que pueda llegar a ser la gente. Un hermano envidioso que se pasa la vida jodiendo a su hermano mayor, sin descanso. Una mujer despechada que traiciona a su laird, a su marido y a sí misma, por una venganza con la que no ganará nada. Un montón de resentidos que no quieren justicia, sino sangre y dolor. Un montón de patéticos que no tienen idea de lo que dicen, pero que tienen el poder para gobernar. Horrible, lo peor es que nos pensamos que de entonces a ahora han cambiado mucho las cosas, pero en verdad, apenas ha cambiado nada.
Por eso, ahora, cuando un fresco tinte vive en tu piel cual matinal rocío,
y mientras tu alma diáfana transpire por cada poro fuegos instantáneos,
vámonos a gozar mientras podamos; como amorosas aves de rapiña,
devoremos al punto nuestro tiempo, en vez de perecer entre sus fauces.
Envolvamos, pues, todas nuestras fuerzas, nuestra dulzura toda, en una esfera:
nuestros placeres, bastos, adentremos por el portal de hierro de la vida.
Si parar no podemos nuestro sol, al menos obliguémoslo a correr. "
Bueno, gracias a dios,
Lo apunto tambien, ¿no? aunque veo que te ha gustado algo menos que el primero.
ResponderEliminarSaludos
Hola Neus vaya eso del final triste y abierto, ¡¡¡¡ay!!! bueno si al final me decido por el primero seguro que también le daré una oportunidad a éste aunque lo pase mal. Gracias por la reseña.
ResponderEliminarAhora mismo necesito historias frescas porque no dispongo de mucho tiempo para leer a pesar de las vacaciones así que no creo que me anime con este. Un besote :)
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