El hijo de la doctora

Título: El hijo de la doctora
Autor: Marion Lennox
Tipo: Novela romántica contemporánea
Sinopsis:
Siendo la única doctora de Bay Beach, Emily Mainwaring estaba demasiado ocupada para distracciones. Por desgracia para ella, se acercaban dos importantes: un bebé huérfano al que deseaba adoptar, y Jonas Lunn, un guapísimo cirujano de Sydney cuyo interés por ella no parecía meramente profesional. Emily tenía un dilema: si se casaba con Jonas podría adoptar al niño... Pero Jonas no parecía de los que se casaban. Además, ¿debía ella arriesgarse a enamorarse de un hombre apasionado como él que seguramente iba a desbaratarle su organizada vida?
De pronto había encontrado al marido y al hijo que tanto deseaba.
Comentario:
Este fue de los de Bianca que eligió mi madre. Va sencillamente de una chica que vive en un pequeño pueblo de Australia y es médico. Un día aparece allí una vecina con un gran problema, tiene un quiste en el pecho, y resulta ser cáncer. A la par que llega ella, llega su hermano mayor, Jason, el hombre de sus sueños: un cirujano guapísimo, simpático y buena persona que la ayuda con las consultas, el trabajo y con Robby, el niño al que cuida y del que se ha encariñado. Entonces ella sin querer se enamora perdidamente de él tras un par de meses, y él resulta ser un cínico jodido que no quiere compromisos.
Mira, el pesado de Jonas me está sacando de quicio. “Yo no puedo amar, Anna y yo no podemos”. Tú no eres más tonto porque no eres más grande. Querer a alguien, la capacidad de amar, es algo que se aprende si uno quiere, es algo que sale de uno mismo y que hay que querer, no es algo nato. Es cierto que hay gente que es más cariñosa o más sensible a querer a los demás, y gente más rígida, pero justificar ser un cínico sin sentimientos porque tu padre era un alcohólico que te jodió la infancia, es una mentira como una catedral para tener una excusa para seguir en tu vida solitaria, sin necesitar a nadie, sin lazos emocionales, y sin posibilidad de que nadie te hiera. Y eso: no es vida.

Ahora que, la tía de Robby, es casí aún peor. El niño está sólo, sin padres, está todo lleno de cicatrices y quemaduras, necesita cuidados y amor. Y la tia sólo se le ocurre pensar que no quiere que lo adopte una mujer soltera porque que va a decir la gente de ella, que van a pensar que es una mala persona por dejar a su sobrino con una madre soltera! Para empezar, si tuvieras vergüenza, tendrías a tu sobrino contigo en tu casa en lugar de dejarlo SOLO en un hospital y luego llevarlo a un orfanato. En segundo lugar, hubieras dado desde un comienzo la autorización para la adopción si realmente fueras una buena persona sin recursos para criarlo, pero no, te puede la mala conciencia por no tenerlo tú y en lugar de dejar que lo adopten lo llevas a un orfanato. Y ahora que la mujer que lo lleva cuidando los últimos meses pide la custodia y la posibilidad de adoptarlo formalmente, no se te ocurre nada mejor que decir que no por ser madre soltera. Tirarle un ladrillo o algo por favor.

Como una mujer que tiene 3 hijos puede decir que el amor no existe. ¿Pero tú no miras a tus hijos cada día? Es una buena madre realmente, si lees lo que hace y dice de ellos, realmente los adora. Porque tu madre no soportara a tu padre alcohólico y os abandonara, y tu padre quisiera más a su botella que a sus dos hijos, no significa que tú y tu hermano estéis emocionalmente dañados, eso es una estupidez. Igual que lo fue casarte con la copia barata de tu padre, que era Kevin, y aguantar con él un montón de tiempo. Pero de eso no tiene la culpa el amor, no fue él quien jodió tu relación, ni la de tus padres, fue la falta del mismo y el alcohol. Y sinceramente, Jim es un gran hombre, que está enamorado de ti, que te quiere con tus tres hijos, tu cáncer y tus remilgos, y si lo dejas ir con ese desprecio y cinismo, mereces estar realmente sola.

Y bueno, como es un libro, pues aquí todo termina bien, por suerte. Ambos hermanos aprenden a la manera chunga lo que es casi perder a lo que amas, y entonces, empiezan a ver la vida de otro modo y aceptan amar a los demás, necesitarlos y cuidarlos recíprocamente. Es sencillo de leer, la historia es bonita y es dulce.