Tres días en Moscú

Título: Tres días en Moscú
Autor: Erika Fiorucci
Tipo: Novela romántica contemporánea
Sinopsis:
La periodista neoyorquina Marianne Cabani recibe la visita por sorpresa de su amante ruso, Vadim Chekov, magnate petrolero. Vadim, cuerpo de atleta y máquina sexual, ha hecho una escala en Nueva York antes de su viaje a Dubai para darle a Marianne aquello que cualquier mujer en su sano juicio aceptaría sin pensárselo dos veces: un anillo de compromiso incrustado de diamantes, comprado a puertas cerradas en la mejor joyería de la ciudad. Pero la bella Marianne no es una mujer corriente, es desenfadada e independiente y no quiere transformarse en una esposa trofeo. El millonario Vadim está perdidamente enamorado de esa mujer ardiente y descarada, y la acepta con todas sus locuras, inseguridades y divertidos raptos de verborrea. Pero Marianne tiene cada vez más dudas, y está a punto de cometer una locura… 
Comentario:
Esto viene siendo lo de siempre. Millonario muy atractivo y bueno en la cama que se pasa de controlador y celoso, con protagonista tonta que supuestamente lo justifica todo por estar enamorada, pero igualmente le pone los cuernos, y durante el argumento llegan al punto máximo de felicidad y de repente todo se vuelve dramático en un momento, parece que no va a haber posibilidad de arreglarlo... y al final: felices para siempre. Sinceramente, el anterior de la autora me gustó, pero éste me ha parecido un coñazo, además de que los personajes me han puesto de los nervios.

Y ya cuando entras en un foro a comentar, y lees cosas como: "Debo decir que ahora quiero un ruso, no importa que sea controlador, yo me ofrezco a hacer todo lo que me pida." Pues entonces pierdes la fe en la humanidad y tiras la toalla, porque yo no sé para que tanto quejarse de la libertad de la mujer, defender nuestros ideales e ir contra el control y la violencia -que no todo son golpes- para que luego las mujeres libremente cojamos, y tras demandar todo eso, digamos que ansiamos un Christian Grey o un Vadim ruso. Por amor de dios, ¡qué cruz! Que además, no tiene ni puñetero sentido, porque pese a ser un controlador y un borde a veces, le perdona cosas que yo no le perdonaría... es decir, más de una vez he estado más a favor de él que de ella.

Realmente, llega un punto en que no sé qué decirte. El primer libro yo no lo sentí así, realmente me gustó 'Cuatro días en Londres' y me da mucha pena que en este terminen así. Además, de que lo de Sergei ya me parece el colmo del argumento... No lo recomiendo. Plano, lineal y tópico.