23 de agosto de 2015

Aún te llevo en el corazón

Título: Aún te llevo en el corazón
Autor: Kathryn Smith
Tipo: Novela romántica histórica
Saga: Ryland #5
Sinopsis:
Otra temporada de bailes ha llegado a su fin y Brahm Ryland, vizconde de Creed, está enormemente agradecido de que así sea. Desde que cometió ese terrible error y perdió a su bella prometida, lady Eleanor Durbane, su vida ha sido miserable; el alcohol y un accidente casi le matan, y desde su recuperación cada día que pasa sin ella es más largo que el anterior.

Por eso, cuando el padre de Eleanor le invita a una cacería en su mansión acepta encantado. Por fin va a tener la oportunidad de enderezar el pasado. Pero Brahm pronto se da cuenta de que va a necesitar mucho más que una disculpa para recuperar a Eleanor. Lo que nadie sabe es que el vizconde más infame de Londres está dispuesto a hacer cualquier cosa para tener una segunda oportunidad en el corazón de la única mujer que ha amado y amará jamás.
Comentario:
El último de la saga Ryland de la señora Smith ya está aquí. Ya hemos conocido a Devlin, el tirador del ejército lleno de fantasmas y de culpabilidad, que se curó en brazos de la buena de Blythe. El bueno de North, que por fin fue capaz de dejar atrás las tonterías y luchar por el amor de Vie, la única mujer a la que había querido. Y Wyn, que recién ha empezado a querer y mimar a mi queridísima Moira, que la ha dado ganas de vivir de nuevo. Entonces, ¿quién nos queda? Pues sí, nos queda el duque y hermano mayor, que todos tienen estima pero que está un poco apartado del mundo, que sucumbió al alcohol y perdió su vida.

Brahm Ryland es un idiota que se metió en el alcohol para huir de su vida, y en medio de todo eso, conoció a Eleanor, se enamoró de ella y la perdió. Desde entonces ha vivido más de 10 años atormentado por eso, y ahora, de nuevo sobrio y con un futuro por delante, quiere recuperar el único amor que ha tenido en su vida, aunque sabe que es muy complicado que Eleanor le perdone por lo que hizo. ¿Y qué hizo? Pues el mismo día en que le pidió matrimonio, y ella aceptó, se emborrachó como una cuba. Entonces por la noche, una hermosa rubia se metió en su cama y él pensó que era su Eleanor, así que la dejó hacerlo y se quedó a gusto por haberlo consumado. Lo malo fue que al despertar, la rubia que estaba a su lado no era su Eleanor, sino una de sus hermanas, que vete tú a saber por qué decidió meterse en su cama y aceptó que él la llamara por su nombre. Por si fuera poco, Eleanor los vio y ahí se rompió todo. ¿Difícil de superar verdad?

“—Eleanor. Incluso su nombre lo calmaba, era el sonido de la serenidad. ¿Qué estaba haciendo ella allí? Ellos aún no habían hecho público su noviazgo. Si alguien se enteraba de que Eleanor estaba en su habitación, la reputación de la muchacha quedaría hecha pedazos, y él no quería que su matrimonio empezara entre dudas y rumores.
—No deberías estar aquí.
—Chis —contestó ella a la vez que se sentaba sobre sus rodillas y acariciaba su creciente erección hasta que él arqueó la espalda de placer. Luego rodeó su miembro con los labios y Brahm ya no pudo contener sus gemidos.
¿Dónde habría aprendido una virgen inexperta esas técnicas? Si hubiera estado sobrio, seguro que habría pensado más en todo eso. Si hubiera estado sobrio, habría mirado mejor a la mujer que tenía arrodillada entre las piernas con su miembro entre los labios. Pero no estaba sobrio, y no hizo ninguna de las dos cosas.”

Pues eso, con un comienzo así es un tanto difícil. Ahora, cuando pasas ese momento horrible y piensas con claridad, sinceramente… ¿Qué coño hacía tu hermana ahí? Vale. Él es un ‘mierda borracho’, vale, pero estaba borracho y no se enteró. Pero ella no estaba borracha, estaba completamente sobria y tenía muy claro lo que hacía, ¿qué hermana se mete en la cama de su cuñado y deja que éste la llame por el nombre de otra? Para hacérselo mirar.

“—Yo... —Entonces se dio la vuelta y la miró directamente a los ojos—. Verás, Eleanor, el otro recuerdo que tengo de esa noche es que creí que tú venías a mi cama.
Eleanor sintió cómo le ardía todo el cuerpo. Él lo había admitido. De todas las impertinencias y desvergüenzas posibles, él quería que ella considerara la posibilidad de que eso fuera cierto.
—Debías de tener una pésima opinión de mí si me creíste capaz de seducirte de ese modo. —Le resultó imposible alejar la amargura de sus palabras.
—Mucho mejor que la tuya de mí si me creíste capaz de dejarte por otra mujer.
Maldito fuera por arrojarle a la cara sus propias inseguridades y utilizarlas como defensa. Pero no se detuvo allí.
—Tú aceptaste mi proposición de matrimonio. Creí que me deseabas tanto como yo a ti. Ésa era la opinión que tenía de ti. ¿Me equivocaba al pensar que sentías lo mismo que yo?
—No te equivocabas. —Dios, qué mal sabía el orgullo; amargo y rasposo al bajar por la garganta.
—Entonces, ¿no puedes entender cómo mi nublada mente se convenció de que esa persona eras tú?”

Es una historia muy bonita y coherente, pero con todo el tema del alcohol y la confianza no me ha llegado como otras. Diría que es el más flojo de los 5, siendo bastante bueno. Eso sí, como el resto, se lee muy bien, los personajes son entretenidos, y el argumento es muy coherente y está muy bien escrito. Hay escenas preciosas, pero en líneas generales le faltaría un puntillo para estar a la altura de los anteriores.

2 comentarios:

  1. Yo que me emtí porque creí que era libro unico. :'(

    Saludos Neus.

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  2. La verdad es que no me llama demasiado así que en este caso no me lo llevo. Un besote :)

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