Azagoth

Título: Azagoth
Autor: Larissa Ione
Tipo: Novela romántica erótica paranormal
Saga: Demoníaca #10,5
Sinopsis:
Incluso en las insondables profundidades del inframundo y las sombrías cámaras de un corazón dañado, los lazos del amor pueden curar... o destruir.
Él tiene la capacidad de aniquilar almas con la palma de su mano. Se gana el respeto de los demonios más peligrosos y de los ángeles más poderosos. Puede seducir y dominar a cualquier mujer que quiera con una simple mirada. Pero a pesar del todo el poder de Azagoth, está atado por los grilletes de sus propias decisiones, y solamente un ángel con un secreto tiene la llave de su liberación.
Ella es un ángel con la extraordinaria capacidad de viajar a través del tiempo y el espacio. Un ángel con un pasado atormentado del que no puede escapar. Y cuando Lilliana es enviada al reino subterráneo de Azagoth, descubre que su pasado no es de todo de lo que ella no puede escapar. Para el ángel caído irresistiblemente sexy conocido como Azagoth, también conocido como Muerte, cuando reclama un alma, es para siempre...
Comentario:
Bueno a Azagoth lo conocemos como el padre de Idess. Si te digo la verdad, cuando había salido en anteriores libros, me lo imaginaba cualquier cosa menos con físico humano. Incluso había pensado en él como una gran masa incorpórea, con un aura de muerte y una voz chunga. Nunca pensé que sería un ángel que cayó para cuidar de las almas, con un tipazo, unos ojazos y un corazón demasiado grande.

“Y de pie al lado de la monstruosidad estaba un macho moreno imposiblemente guapo con ojos del color de las vibrantes esmeraldas. Su expresión podía haber sido tallada en un bloque sólido de hielo, y las profundas líneas de su mandíbula y mejillas solamente enfatizaban la dureza de su apariencia. Las puntas de sus colmillos brillando entre sus labios llenos eran la guinda del pastel de oh-joder-en-que-me-he-metido.
— Hola. —Su profunda voz volvió su médula pudín incluso mientras una ola de calor lamía su piel—. Soy Azagoth.
Querido... Dios. Él era a la vez magnífico y aterrador—. 
Soy Lilliana, —dijo ella, de algún modo manteniendo su tono estable, sus palabras firmes.”

Dan ganas de comérselo a lametones...

Así que aquí ya tenemos la historia:por un lado está Azagoth, enorme, fuerte, duro, chungo… y con un semblante malévolo que tiene que mantener para tener a la gente a raya. Cansado de ser un macho de cría, quiere una oportunidad para tener una pareja y dejar de estar solo. Enfrente tenemos a la pequeña Lilliana, un ángelito que puede viajar en el tiempo, fue rechazada por su padre y luego secuestrada y torturada por otro ángel, lo que la llevó a tener que quebrantar las normas y a casi perder sus alas. Siempre ha querido amar y que la correspondieran, tener una bonita historia, hijos; y está llena de miedo. Con Azagoth, se curan mutuamente y se ayudan, aunque la confianza una vez se traspasa la línea es difícil de recuperar.

“Dejémoslo así. —Se dirigió hacia la puerta otra vez, deteniéndose en el umbral para decir suavemente—, no soy una persona cruel, Lilliana. Pero tampoco soy de los que perdonan. Traicióname y verás exactamente lo implacable que puedo ser. No hay segundas oportunidades.”

Pero sí que las hay, por suerte. Esta historia es de dos personas que están en el extremo, solas, sin nada que les pertenezca, sin un futuro, y se encuentran obligados a pasar tiempo juntos. Azagoth aquí pone más de su parte y Lilliana es la que traiciona, pero también tiene culpa el cielo, que como siempre, juega sucio. Así que por suerte, ella tras comportarse como una idiota –ya sabéis que por regla general odio a las mujeres excesivamente celosas, y sin motivo, que hacen cosas absurdas y joden a su pareja-; decide resarcir lo que ha hecho y repara un poco lo que ha hecho, y se gana volver. Azagoth, tan malo y duro, termina cediendo y por fin hay final feliz. Me ha gustado mucho, pero Azagoth merecía más confianza y menos tontería, porque él se portó genial con ella.