Autor: Daniel Glattauer
Tipo: Novela contemporánea
Sinopsis:
1) ¿Ya conoces a Emmi Rothner y a Leo Leike? Entonces es que has leído Contra el viento del norte, la inusual historia de amor en que dos personas que jamás se han visto se enamoran perdidamente por e-mail.2) ¿Opinas que los enamorados se merecían verse personalmente, aunque fuera sólo una vez? Comienza a leer Cada siete ol as.3) ¿Te dispones a abrir este libro sin conocer Contra el viento del norte? Aquí tienes el equipaje necesario: Leo Leike vuelve de Boston tras poco menos de un año. En casa lo esperan noticias de Emmi Rothner. Ambos se dan cuenta de que sus sentimientos no han cambiado y piensan que quizá deberían verse una vez en persona. Pero Leo ha empezado una relación y Emmi sigue casada Daniel Glattauer vuelve a cautivar a los lectores y a la crítica internacional con su peculiar mirada sobre las relaciones amorosas en nuestro tiempo. Emmi y Leo nos enseñan que, después de que seis olas rompan en la orilla llega la séptima, y ésa trae siempre muchas sorpresas.
Comentario:
No he podido esperar ni un día a leer este libro. Necesitaba imperiosamente ponerle continuación al anterior, desesperada por saber qué le sucedía a Leo y a Emmi y si por una vez habría final feliz. Hacía mucho tiempo que un libro no me absorbía de una manera tan bestia, y reconozco que el autor consigue atraerte hacia la historia y sus personajes desde la primera línea a la última.
“Déjame explicarte, Emmi. 1) Lo que tú me importas a mí, me importa tanto o más que lo que te importo yo a ti. 2) Precisamente porque me importas tanto, me importa mucho importarte lo más posible. 3) Si no me hubieses importado tanto, me habría dado igual cuánto te importaba yo. 4) Pero de ninguna manera me da igual, eso significa que tú me importas tanto que no puede darme igual cuánto te importo yo. 5) Si supieras lo mucho que me importas, podrías entender por qué no quiero dejar de tener la importancia que tengo para ti. 6) Primera conclusión: por lo visto no sabes cuánto me importas. 7) Segunda conclusión: tal vez ahora lo sepas. 8) Estoy cansado. Buenas noches.”
Lo que ocurre en este caso es que ya no existe la magia de la novedad. Los personajes ya son conocidos, los correos parecidos, el humor es el de antes, Emmi ha cambiado muy poco, al igual que Leo. Me esperaba un libro más maduro, como si ese año en Boston hubiera aclarado las cosas y por fin Leo tuviera el valor de decir lo que siente, sin rodeos, y Emmi rompiera de una vez ese matrimonio absurdo que jamás existió y luchara por su vida. Pero no ha sido así. Los personajes siguen en los mismos errores que antes. Leo ha cambiado a Marlene por Pamela, pero es el mismo estilo de amor tonto que nunca será lo mismo que con Emmi. Y Emmi, no sé por qué, sigue con su marido y los dos niños de éste, pese a que no existe relación real, no lo ama, y no hay futuro posible. Me exasperan.
“Yo quería lo mejor para ti. Por desgracia no se me ocurrió pensar que pudiera ser yo. Por desgracia. Mala suerte. Tarde. Lo siento. ¡Lo siento tanto!”
Si el otro libro sacó de mí lágrimas y amor, aunque sufrí, éste me ha sacado rabia. Ya en el otro había muchas cosas que me exasperaban, pero era al principio, llevaban poco tiempo, aún no se habían visto… yo que sé, tenía más sentido. Pero aquí, después de casi 3 años, con todo lo que han pasado, que ya se han visto, se han mirado, ellos se sienten, saben lo que significa lo que tienen, ¡y lo están tirando por la borda! Leo se esconde en Pamela, en irse a Boston para hacerla feliz, en que ella lo ama de verdad… sin prestar atención a qué le hace feliz a él y quien es la persona que ÉL ama. Y ella mintiéndose, como si su relación con su marido fuera un muro que no pudiera tirar, como si no tuviera más remedio, y además, esa manera tan frívola de decir que una sola persona no puede dártelo todo. Mentira. Es Mentira. Y Emmi lo sabe. Emmi sabe que Leo podría dárselo todo, que llenaría todo lo que está vacío y le daría mucho más de lo que alguien le ha dado alguna vez, pero tiene pánico. Con su marido tiene control, nada duele demasiado, nada asusta demasiado, nada importa demasiado. Con Leo, en cambio, sería ir a por todas, sería dolor, miedo, sufrimiento, amor, discusiones… y prefiere escudarse en su mundo práctico, a vivir.
En el momento en que Leo cogió el avión y ocho días después escribe ‘Mi hogar eres tú’, mi corazón se hizo pedazos. Este libro trae a mi mente mis mejores y peores días. Me enamoré por correo, hace 2 años, de alguien que lo significó todo, y cuando se fue, el dolor de su ausencia pudo conmigo. Y ese momento, esa sencilla frase de ‘Mi hogar eres tú’ removió tantas cosas dentro de mí que las lágrimas brotaron sin cesar y algo reventó, caos, dolor, rabia… y un pensamiento de que éste libro no acabaría bien.
Pero por una vez, ha habido final feliz. Estoy llorando. No quiero, pero lo hago. Me alegro. Me alegro que por una maldita vez dos personas que se encuentran y se enamoran de ese modo tengan la oportunidad de ser felices, al menos de intentarlo. Amé a Emmi al final, cuando lo confiesa todo, cuando resulta que no es tan idiota. Y gracias, gracias a Leo por contarle a Pam y por dejarla. Ha sido precioso vivir esta historia de la mano de ellos, me ha encantado. No puedo hacer otra cosa que recomendarlo. Un gran libro.
Yo me leí esta bilogía hace unos años y la verdad es que me encantó.
ResponderEliminarCuando me estaba leyendo Cada siete olas estaba como tú, no me podía creer que fueran los dos tan tontos y que no rompieran una lanza por ese amor tan bonito y especial que tenían pero el final del libro fue perfecto.
Biquiños.
El primer libro me lo bebi en una tarde y este tampoco me duro mucho, pero al igual que a ti tambien me gusto mucho mas el primero. Tengo muy buenos recuerdos de esta bilogia.
ResponderEliminarSaludos
Te iba a decir que he oído que el primer libro está muy bien pero este segundo no tanto. Muchas gracias por la recomendación, está claro que voy a por él (ellos). Yo bien, una experiencia impresionante la de vivir en Guatemala, antes de ayer llegábamos a casa (mis disculpas si he tardado en contestar, por cierto), y la semana que viene ya me voy a Canadá... Espero que estés pasando un gran verano, ya me contarás!
ResponderEliminarBesos