Autor: Laura Lee Guhrke
Tipo: Novela romántico histórica
Saga: Courtland #4
Sinopsis:
Lucia es la bella y conflictiva hija ilegítima de un príncipe italiano. Es irreverente y descarada, y está convencida de que la vida sin amor no merece la pena. Por eso, cuando deciden casarla con un noble inglés para establecer una estratégica alianza política, la joven opone toda su resistencia.
Sir Ian Moore es un discreto diplomático británico, internacionalmente reconocido por su rigurosidad. Cuando le encomiendan la labor de encontrar un marido para Lucia, piensa que será la misión más fácil de su vida, pero no contaba con un importante imprevisto: la pasión que la joven despierta en su interior.
A pesar de las negativas de Ian y del riesgo que su relación supone para su carrera, Lucia conseguirá seducirlo, hacerle perder el control y llevarlo hasta el altar. Pero un matrimonio sin amor no es suficiente para ella. ¿Conquistará finalmente el corazón de Ian?
Comentario:
Para terminar la saga tenemos al bueno de Ian, el hermano de Dylan, que es un diplomático y resulta que tiene la buena misión de encontrarle un esposo a la hija bastarda de un príncipe italiano que es un tanto especial. Por eso debe ser que Lucía también es especial, en todo lo bueno y lo malo que puede llevar esa palabra.
Lucía es una chica que ha vivido la mayoría de su vida sin ser consciente de quién era su padre, simplemente siendo una niña, teniendo sueños, alegrías, problemas… y de repente, resulta que el chico al que quería la traiciona por unas monedas, y luego tiene un pequeño encontronazo por la noche y la mandan lejos de todo para que contraiga matrimonio. Sin amor, sin conocer, sin esperanzas. Normal que intente hacer todo lo posible por evitarlo y encontrar una salida.
Aunque Ian no sea el hombre más tierno del mundo, por encima de toda esa seguridad y rigidez, hay un buen hombre, así que accede hasta cierto punto a que Lucía tenga voz y voto en la elección de su marido. Él entiende en seguida que ella es una romántica y que quiere casarse por amor, o al menos, tener la esperanza de que el elegido podrá llegar a amarla con los meses y que será un matrimonio feliz.
“—Sir Ian, soy italiana —dijo en voy baja y sensual—. Joven y apasionada.
Ella lo miró sin parpadear a la vez que pronunciaba despacio cada palabra y rompía con todas las normas del decoro británico.
—Quiero un marido fuerte, atractivo y viril, que me ame con una pasión igual a la mía. Ese hombre —prosiguió— jamás tendrá que recurrir a una cortesana, y no dormirá en otra cama que no sea la mía. Lo trataré como a un rey, y seré la luz que ilumine todos sus días. Él me dará muchos hijos. Despertará entre mis brazos cada mañana con una sonrisa en los labios, y estará enamorado de mí durante el resto de su vida, hasta que la muerte nos separe. No puedo permitir que usted o mi padre lo elijan.”
¿Qué problema hay en todo esto? Pues es bastante obvio. El gran problema es que Ian y Lucía se enamoran. Entre ellos nace toda la pasión, la atracción y el cariño que Lucía busca, y que Ian repele asustado y totalmente convencido de que eso acabará con él. Ya no sólo por su carrera, que la pone en peligro, sino su propia cordura y su manera de pensar.
El libro es coherente y ameno, como el resto. Sigue un argumento muy claro, que avanza de menos a más a pasos agigantados, ayudado por el tiempo que pone de plazo Cesare, el príncipe italiano, y las propias dudas de ambos. Lucía salta una y otra vez sobre Ian, intentándolo atraerlo, ganarse su confianza, siendo atrevida o poniéndole celoso; y él se niega una y otra vez, intentando alejarse lo máximo posible de ella para que no pueda meterse en su vida, para poder borrarla de sus pensamientos. Pero no funciona. Nada de lo que hacen, ni los pretendientes, las circunstancias o los argumentos consiguen alejarlos, y finalmente todo desemboca en algo inevitable: tienen que casarse.
“—Pero desde los diecisiete años, soy consciente de lo que quiero de verdad. Lo único que quiero, lo único que siempre he querido es a un hombre. Sólo uno. Uno que me ame tal como soy, que no se avergüence de mí ni quiera cambiarme. ¿Hay algo de malo en eso?
No soy mercancía estropeada.
—No eres mercancía estropeada, maldita sea —le dijo—, y no importa que hayas estado o no con un hombre. —Se puso de pie—. Creo que ya hemos bebido bastante. Es hora de irse a la cama.”
El final me parece muy bonito. Lo que hace Lucía por él demuestra hasta que punto lo quiere, y le da a Ian más motivos que nunca para dejar de esconderse de la vida y del amor. No tiene nada de malo dejar que te quieran y jugártela por esa persona, está claro que dolerá si sale mal, pero vale la pena. Un libro muy bonito.
Este tipo de libros no están entre mis favoritos así que no creo que llegue a animarme con él
ResponderEliminarBesos
Hola guapaa! Otro que no conocía pero que es mi estilo xd
ResponderEliminar<3
Lo leí hace mucho tiempo y recuerdo que me encantó... y últimamente me están entrando ganas de releer :) Ahora con tu reseña me has picado más xD
ResponderEliminarBesos!
Me gusta el título, la portada y la sinopsis me ha parecido muy original, lo que cuentas está bastante bien así que me lo apunto haber si tengo oportunidad de hacerme con él.
ResponderEliminarBesos =)