Corazón de hielo

Título: Corazón de hielo
Autor: Gaelen Foley
Tipo: Novela romántica histórica
Saga: Knight #3
Sinopsis:
A los ojos de la alta sociedad el coronel Damien Knight, duque de Winterley, es uno de los héroes de Inglaterra. Sin embargo, desde su regreso del frente vive en una solitaria casa de campo, apartado de su familia y de su mundo, torturado por los recuerdos de la guerra. Solo el asesinato de un viejo amigo, que le había nombrado tutor de su sobrina, le obliga a salir brevemente de su retiro.
Si Damien esperaba convertirse en el guardián de una tímida adolescente, no podía estar más equivocado. Miranda FitzHubert es una joven desenvuelta, impetuosa y soñadora que ya ha decidido qué hacer con su vida, una mujer por la que Damien se siente atraído desde el primer momento… aunque su amor sea el único que le está vedado.
Comentario:Knight #3
La saga Knight va sobre todos los hijos de ‘la zorra de Hawscliffe’ que resulta ser una mujer de sociedad que al enterarse que su marido tiene una amante, empieza a tenerlos ella. El primógenito es de su marido, el duque, pero el siguiente Jack es de un boxeador, los gemelos de Carnover, otro noble, y el pequeño Alec de un artista. Siendo Jacinda, la pequeña de la familia, la única hermana de Robert por ambas partes, ya que también era del duque. Así que hay 2 hijos legítimos y 4 bastards. ¿Por qué hay 7 libros? Porque aquí falta la pequeña Lizzie, hija de uno de los trabajadores del duque, cuando se queda huérfana la familia la acoge y ella termina enamorada del pequeño Alec, pero las cosas no funcionan del todo.

Aquí tenemos al otro gemelo, el bueno, alto, listo y culto de Damien. El que todo lo hacía bien, el que tenía razón y el que heredó de su padre. Es un buen tío, la verdad, me cae bien, pero en el libro anterior daba un poco de pena por ser tan idiota. Entiendo que tenga que estar a la altura de su título, pero tendría que confiar un poco más en su hermano. Y en cuanto a su locura y sus problemas para dormir, pequeñas secuelas de la guerra, lo que debería hacer es dejarse ayudar y no ser tan rígido.

“—Entonces, mi querido lord Winterley —dijo, con pícara alegría, retomando la conversación exactamente donde la habían dejado antes—. ¿Tienes una amante?
—No puedes preguntarme eso. —Él dejó el vaso.
—¿Qué pasa, estás casado? —exclamó ella.
—¡No, no estoy casado! —dijo él en tono de mofa.
—Entonces responde a la pregunta. Yo te he contado lo del soldado de caballería, ¿verdad?
—No tengo una amante.
—¿No? ¿Ni mujer ni amante? Vaya, ¿qué tienes entonces, Damien?
—Sólo a una pupila mocosa a la que voy a casar con el mejor postor. —Cogió la botella de vino y rellenó su copa. Estiró el brazo por encima de los platos vacíos y llenó la copa de Miranda; luego rodeó con la mano el tobillo de ella y lo acarició con las puntas de los dedos a través de las medias blancas.”

Miranda es el personaje perfecto para poner a Damien en vereda. Ella es jovencita, con 19 añitos y toda la vida por delante, pero ya ha sufrido al ver morir a sus padres, y ahora al quedarse sin tutor –que era lo único que conocía-. Así que ahora, con el apuesto Damien, que la noche anterior a conocerla como pupila intenta seducirla como artista, tendrá que poner en jaque todas sus defensas y sus argumentos para conseguir que ambos puedan estar juntos y tener un futuro, aunque no le será precisamente fácil.

No es una relación fácil, pero tiene sentido y es divertida. Damien tiene muchos fantasmas de la guerra, prejuicios y argumentos; mientras que Miranda representa la inocencia y la ingenuidad, a la par de la travesura y las pasiones, así que hará todo lo posible por volverlo loco y salirse con la suya. Que al fin y al cabo, es lo que quiere Damien también. Es entretenido y tiene tramas secundarias interesantes. Recomendado.